Ancestros y costumbres.

“Ni el pasado ha muerto ni está el mañana, ni el ayer escrito”…..”caminante no hay camino, se hace camino al andar”……grande Antonio Machado, inmenso representante de la llamada generación del 98.

Y todo aquel que se empeñe en enterrar, esconder o ignorar el pasado perderá cuando menos la única perspectiva realmente objetiva.

La perspectiva de qué sucedió, por qué y sobre todo qué motivó el hecho.

Pero seguimos siendo los más chulos del barrio, pinceles de verbena que se adornan en la suerte de la autosuficiencia más sublime. Sumidos en ocasiones en un  futuro incierto y olvidando por completo el pasado.

Allá por el año 1958 el ejercito de la antigua República Checoslovaca culminó un proyecto sorprendente,  el cruce entre un pastor alemán de trabajo “Cesar z Brizoveho haje” y una loba de los Cárpatos de nombre “Brita”.

La camada resultante dio lugar a la primera línea de sangre,  los primeros híbridos (F1) acababan de nacer; se siguieron realizando cruces diluyendo esa primera camada hasta alcanzar el F4 o cuarta generación.

Hasta el año 1983 se continuaron realizando cruces, para ello se utilizaron nuevos ejemplares de lobos y lobas que aportaron cinco líneas de sangre que hoy son la base de la raza.

Hasta aquí una breve pincelada de un pasado tan reciente, tan infinitamente reciente en al evolución de las especies, que resulta increíble que lleguemos a olvidar lo que ello conlleva.

Y es que estos ancestros del perro lobo checoslovaco transmitieron morfología, genética y comportamiento.

Resulta divertido, en ocasiones incluso hilarante, ver cómo en muy pocas ocasiones nos centramos en la herencia transmitida; aceptamos la morfología por aquello de “es muy lobuno”….pero apenas si valoramos la transmisión genética y su derivado…el comportamiento.

Al parecer la raza tiene un pasado “oscuro”, muy de nuestra España profunda; es cómo si tuviésemos la necesidad de ocultar esos ancestros, de ignorar cuando cómo y por qué se tomó la decisión de mezclar un lobo salvaje con un pastor alemán de trabajo de los años 50.

Y omitimos valorar cuestiones tan cruciales como la herencia genética en las hembras de la raza, su ciclo fértil es el mismo de las lobas; y este sí es un hecho objetivo que nos muestra la supremacía genética de aquella loba Brita.

Omitimos valorar cómo hoy, cualquier ejemplar de plc, tiene y mantiene comportamientos similares a sus ancestros de los Cárpatos.

Por supuesto que nunca se debe generalizar, y habrá ejemplares que muestren más o menos dichas peculiaridades; pero por norma general un plc es sutilmente silencioso en su vida diaria, apenas ladran, tienden a gruñir y a transformar un ladrido inicial en una aullido profundo y prolongado.

Son animales absolutamente gregarios, necesitan cómo el respirar sentirse parte del grupo; acusan de un modo espectacular las separaciones prolongadas de su entorno – el denominado síndrome por separación –  y necesitan encontrar su lugar en la jerarquía.

Existen costumbres comunes a casi todos los ejemplares que encuentran su origen en las del lobo, todo cachorro de plc se comerá sus heces. Primigenia costumbre de sus ancestros, para erradicar su rastro, protegiendo a la camada de depredadores y que hoy pervive en nuestros ejemplares.

Casi todos los ejemplares se relacionarán entre ellos,  así como con su entorno humano y con otros animales, utilizando la boca los dientes y la lengua; buscarán siempre nuestra cabeza y extremidades, nuestra boca para fijar un ritual de “mordiscos” y lametones. Observen a una manada de lobos en su relación entre ejemplares…. y podrán comprobar cómo se reproduce dicha conducta.

El lenguaje corporal en el plc es , en mayor o menor medida,  similar al del lobo; desde la posición de la cola en cualquier estado anímico, pasando por el erizamiento de todas las capas del pelo – lo cual les confiere un aspecto impresionante – hasta la elevación del hocico mostrando sus imponentes caninos.

El plc se caracteriza por una astucia sin igual, una capacidad de observación y digamos por qué no de “pensamiento lógico” que apabulla; de este modo cualquier propietario ha vivido y vive la capacidad innata del plc para abrir puertas, armarios, grifos, frigoríficos y un sin fin de habilidades. Capacidades heredadas de la incontestable supervivencia del lobo.

Y cómo omitir, en la lista de comportamientos, su capacidad natural para la caza; la mayoría de plcs disfrutan de un modo extraordinario cuando encuentran un rastro en el medio natural, despliegan capacidades sorprendentes en la persecución de animales que consideren piezas de caza. Y si tenemos la oportunidad de asistir, a dicha circunstancia, con un grupo de plcs…. nos dejará pasmados por su similitud con una manada de lobos.

La lista es interminable y sobre todo no debe ser una vergüenza, un peligro o algo que se deba ocultar; es el pasado presente, es la herencia de sus ancestros suavizada generación tras generación hasta lograr que esta única raza conviva con el ser humano y su entorno.

Ocultar ese pasado reciente, ignorar este presente cierto, nos conduce a la más estúpida de las realidades…….inventar la cuadratura del círculo intentando dibujar a un perro lobo checoslovaco cómo si de un golden con apariencia de lobo se tratase.

Seamos serios y sobre todo orgullosos en lo tocante a esa herencia integrada en nuestro entorno…..todo un lujo increíble.

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El valor del deseo.

“El deseo florece; la posesión lo marchita todo”.  Frase atribuida al novelista, ensayista y crítico Marcel Proust.

Desear resulta humano, es parte de nuestra condición, enaltece nuestra capacidad resolutiva aunque puede llegar a convertirse en obsesión.

En las etapas del desarrollo humano el deseo estará siempre presente, inamovible, incondicional compañero de viaje y lastre universal. 

En la infancia, adolescencia y juventud el deseo es el motor; mueve voluntades modela comportamientos y se trastoca en moneda de cambio.

En la etapa de la madurez resulta mucho más comedido, ajustado al equilibrio de las posibilidades, cautos con las consecuencias; por último en la vejez el deseo se establece como vago recuerdo, reflejo de innecesarias voluntades y poco perturbador.

Somos así, trazamos camino en cada etapa de nuestras vidas y lo hacemos movidos por hilos invisibles insertados en nuestros genes.

Pero el deseo es peligroso, cuidado con lo que se desea no vaya a ser que lo tengamos; y resulta muy peligroso cuando su finalidad no es otra que la mera posesión, el uso y disfrute.

Esta raza podrá etiquetarse de mil maneras, el perro lobo checoslovaco será para unos azul, para otros verde y para algunos a cuadros…..habrá quién incluso decida subir al Olimpo de los dioses y disertar sobre el sexo de los ángeles.

Pero lo innegable, incontestable y cierto, es que esta raza atrae; llama la atención y gira cabezas allá dónde un ejemplar se vea, no digamos si son varios y juntos.

Ese, y no otro, es el mayor peligro que acecha al perro lobo checoslovaco en estos momentos, el deseo a primera vista, la belleza llamativa, su similitud con el lobo y en definitiva su apariencia.

Y en este punto todos, aquellos que de un modo u otro estamos relacionados con la raza, tenemos la obligación  –  cuando menos moral – de equilibrar el deseo evitando que pueda convertirse en moda peligrosa.

Resulta paradójico que no se repare en el auge actual de camadas, resulta sospechosamente peligroso que no se trabaje en la información básica sobre esta raza; y es un hecho que, de manera colectiva,  a nadie parece preocupar esta situación.

La fábrica de deseos está en plena producción, y somos espectadores…los daños colaterales poco importan; abandonos, ventas urgentes de ejemplares adultos y un largo etc.

Seamos serios, cuando menos no seamos patéticos, el deseo primario………el básico y visceral…… tiene por objeto la mera posesión, su finalidad no es otra que alcanzar el objeto de deseo, usarlo y desvelar el resultado.

Un perro lobo checoslovaco no es un peluche, ni un mono de feria, un plc no es un capricho y sobre todo nada tiene que ver con otros perros.

Lo se, me repito de manera insufrible; no me cansaré de hacerlo, y plantear los riesgos no es una impostura banal, presentar el problema sin una alternativa es tanto como decir que cada día amanece.

La alternativa a esta situación pasa de manera incondicional por la voluntad, sin ella nada se podrá hacer; voluntad por parte de criadores y propietarios.

Querer, y por lo tanto tener la voluntad de solucionar al menos los problemas más acuciantes; complicado pero no imposible.

Podemos aunar esfuerzos, agrupar todas y cada una de las publicaciones relacionadas con el plc, ofrecer información al alcance de todos, generar un único enlace que – en la globalización de las nuevas tecnologías –  derive a cualquier profano hacia toda la oferta informativa que pueda generarse en este país.

Una plataforma común en la que todos tengan cabida y sea una ventana transparente para cualquier aficionado que quiera conocer, de primera mano, a esta maravillosa raza.

De sobra se que resulta muy fácil exponerlo, y casi misión imposible llevarlo a buen término. Por lo tanto, si todos nos llenamos el pecho insuflados por nuestro amor a la raza, si todos tenemos el mismo objetivo, si todos queremos en definitiva lo mejor para el plc…..debiéramos dar algún paso.

Si acaso nuestra propia necedad nos impide dar un sólo paso empecemos por gatear….y si ni siquiera sabemos gatear …nos tendremos que arrastrar.

Lo que ya resulta patético es que con una población de menos de mil ejemplares – en todo el país –  y un censo de criadores con afijo que no supera la veintena, tengamos diseminadas fuerzas y voluntades; tengamos una imagen en las redes sociales penosa, enfrentada y polémica, y lo más grave…en todos estos años la Real Sociedad Canina Española no ha reconocido a ningún Club de raza de los que han existido o actualmente existen.

Y este es el panorama actual y no otro, si somos capaces de reconocer nuestra drogodependencia al protagonismo exacerbado, nuestra enferma y compulsiva capacidad para destruir, el perro lobo checoslovaco tendrá futuro.

Somos muy nuestros,  muy guerrilleros de salón y portátil, muy científicos del Facebook, muy biólogos de seminario de dos horas, muy etólogos de cursillo de fin de semana….en definitiva somos como el perro del hortelano.

Abramos las puertas a la información, ofrezcamos una visión real y completa sobre esta raza…quizás sea el primer paso para aunar un esfuerzo imprescindible en estos momentos….el deseo puede florecer, pero no seamos tan necios como para marchitar una raza a costa de nuestra ineptitud.

O la raza – si acaso pudiese – acabará con la cara de Ciro en la fotografía que encabeza este artículo….huyendo despavorida.

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Lo que realmente importa.

Afirmaba Jean Paul Sartre que la felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace, y sin lugar a dudas así es.

Saltamos al vacío de la complejidad en todo lo que rodea nuestras vidas, incluso probamos el vuelo sin motor y en consecuencia solemos ganarnos las alas…de pollo maltrecho en su primer vuelo desde el nido.

Ley de vida por otra parte, pero lo realmente asombroso….lo que me provoca un pasmo absoluto…..es que convirtamos aficiones y pasiones en foros de debate, ateneos libertarios de salón y verdaderos frentes de batallas epistolares.

Somos muy, muy cabezones; somos realmente esperpénticos y lo peor…. nunca aprendemos.

Y lo somos por la sencilla razón de buscar con ansia la polémica, los bandos enfrentados y la sangre a raudales si se tercia: lo que nos motiva, nos gusta o con lo que disfrutamos, se convierte en el Afganistán más recrudecido.

No contentos con tener lo deseado además queremos ser….. los poseedores de la verdad absoluta, los representantes de la inmaculada biblia personal de cada uno.

Y mire usted, cada cual con sus manías….pero de ahí a convertir una afición en una guerra sin cuartel pues no, rotundamente no.

Tener y convivir con un perro lobo checoslovaco en este país lleva aparejado un peaje añadido.

Un peaje que en ocasiones viene de serie con el cachorro, una regla de oro no escrita; por la que cada nuevo propietario debe retratarse en alguno de los bandos en liza en este circo bochornoso.

Carácter mediterráneo quizás, o ganas de quijotismo de mercadillo…quién sabe; lo realmente asombroso es asistir, participar y dejarse llevar por la corriente de la beligerancia.

Y sucede, y acontece que no contentos con la odisea de convivir y disfrutar con un plc, además nos embutimos el traje de camuflaje; desempolvamos el armamento y nos lanzamos a por todo aquel que no comulgue con la santa madre iglesia pelecera.

Grupos, criadores, clubs y un largo rosario de sujetos protagonizan esta comedia Cervantina; y ya resulta espeluznante, empieza a provocar adicción…..y las adicciones acaban como el rosario de la aurora.

Todos de algún modo, y en algún momento, hemos participado en escaramuzas cuando no en batallas campales; y se han producido bajas temporales e incluso definitivas.

Así son las hostilidades, nunca conducen a nada positivo y por el camino destruyen lo construido; y surge la gran pregunta ¿Por qué hacemos de una afición sana y reconfortante un vergonzoso circo? ….. no tengo una sola respuesta.

Intereses, envidias injustificadas, mal entendidos anclados como cuchillos en le tiempo; pero sobre todo una nula y absoluta incapacidad, para buscar aquello que nos une.

Personalmente esta raza me maravilla, me aporta tanto que no sabría definir el cambio vivido; considero que todo aquel que ha optado por esta experiencia debe vivir algo similar.

Y lo respeto, cuando merece ese respeto, y debiera ser suficiente para que todos los propietarios de un plc tuviésemos esta afición en su justo altar; el de lo positivo, de los malos y buenos momentos, de experiencias únicas y de complicidad.

Debiera ser nuestra única razón común, nuestro nexo de unión; en definitiva un motivo agradable para conocer nueva gente y compartir devoción.

Pero no es así, y no lo es por el empecinamiento –  absolutamente sospechoso  – de personas y grupos en dividir y fomentar bandas ( que no bandos) enfrentados.

Cada día, asistimos a una escaramuza diferente o recurrente; cada pastelero día protagonizamos, por activa o pasiva, una polémica en la que  las partes se regodean en filosofías de rastro dominguero.

Y mientras, la raza anclada en sus problemas endémicos; en su incomprensión y desconocimiento arrastrando la pesada losa de nuestra ineptitud.

Parece ser lo importante, al parecer es lo realmente importante, y me declaro tan bochornosamente culpable como el que más.

Vamos de culo y sin frenos, el bosque no nos deja ver los árboles; y lo peor es que estamos convirtiendo algo tan importante cómo una satisfacción personal en repelente.

En este punto merece la pena frenar, aunque sea con salva sea la parte, reflexionar e intentar reconducir aquello que no haya sido ya destrozado.

Por qué lo que realmente importa, al menos al que suscribe, es descubrir a esta maravillosa raza, convivir con ellos y aprender día a día, disfrutar y en ocasiones sufrir, conocer a gente maravillosa que comparte devoción….compartir experiencias.

Sin duda que debemos incluir la preocupación activa por su pervivencia, por su correcta selección y cría, por su adecuada inserción en el entorno….por supuesto….pero en estos momentos, en los que la raza está creciendo, las prioridades debieran ser aunar esfuerzos, sumar voluntades y restar personalismos e intereses.

De lo contrario abonamos el campo a cuatro iluminados, desocupados integrales, que en este mundillo han encontrado un hueco para su ambición; que viven y perviven por y para su mayor gloría erigiéndose en talibanes del plc.

Si no somos capaces de sumar esfuerzos y voluntades, en algo que nos satisface, si no somos capaces de ver lo que realmente importa……..siempre nos quedará echarnos al monte con nuestros plcs y disfrutar de una puesta de sol……. en ocasiones ayuda y mucho a entender lo estúpidos que podemos llegar a ser.

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La compleja sencillez.

“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”.  Palabras llenas de acierto atribuidas a Cicerón. Los siglos, el devenir de las civilizaciones, no han envejecido tal aseveración; en todo caso hoy son de una rabiosa actualidad en todos los ámbitos.

La verdad puede ser relativa, puede incluso ser ocasional o ceñida a quién la defiende con sus vivencias y argumentos;  pero lo que resulta indudable es que la mentira precisa de una cuidadosa voluntad, de una preparada estrategia …en definitiva de una astucia alejada de la vehemencia.

Lo que resulta sangrante, el caldo de cultivo de cualquier mentira es el silencio;  el perro lobo checoslovaco es un mundo complejo, muy complejo en todos sus ámbitos, cría y selección – integración en su nuevo entorno – desarrollo e incluso salud.

La complejidad, bajo mi personal punto de vista, reside en el silencio; resulta muy común que desde los criadores hasta los propietarios todos – sin excepción salvo honrosos casos – vivamos de puertas hacia  adentro la experiencia de criar o convivir con esta raza.

Una especie de halo nebuloso cubre este mundillo, intereses quizás; es muy difícil determinar las razones de tan escandaloso silencio, lo que sí resulta un hecho es que la mentira abunda. 

Y hay que ser muy claros, al menos sinceros, abunda no por elaborada y retórica…no…abunda por su lado más sibilino y torticero; por el de la ocultación de la realidad……. la peor forma de la mentira.

Ocultar la esencia de esta raza, no incidir en lo complicado que resultan sus aspectos menos integrados con el entorno social…. es una ejercicio peligroso; deshonesto con el futuro propietario y germen de mil y un problemas.

Dirimir en foros internos, y reducidos a un pequeño grupo de propietarios, sobre aspectos genéticos y biológicos me abruma; me retuerce las meninges y me provoca espasmos cerebrales…no sería mucho más honesto acometer la realidad actual de la expansión del plc en nuestro país, con sinceridad, que dedicarnos a elevadas tesis doctorales en genética y biología. 

Puedo estar equivocado, seguramente lo esté, pero en el edificio del plc en España sobran arquitectos y faltan albañiles…. para levantar una simple pared, que yo sepa, es necesario mancharse las manos y poner ladrillo a ladrillo. Y 100 arquitectos no sirven de nada, si no hay un simple currito que empapado en sudor ejecute la obra.

Y así nos luce la melena, estamos encantados de habernos conocido; extasiados con nuestra sapiencia sobre la raza, en un estado de perpetua levitación.

Mientras, y camada tras camada, los nuevos propietarios acometen la aventura de convivir con un plc – con mayor o menor fortuna – descubriendo cada día todo aquello que nadie jamás les indicó.

Y ojo, descubrimientos maravillosos y únicos…pero también molestos y divergentes con nuestra percepción de lo que es o debe ser un perro.

Ese y no otro, bajo mi punto de vista, es el acuciante problema; de nada servirá una selección genética maravillosa si no logramos concienciar, a cada futuro propietario, de qué es un perro lobo checoslovaco y qué supone convivir con él.

Y la gran mentira en esta raza, la ilustre ignorancia convertida en bula papal, es afirmar que se trata de un perro;  insistir en aplicar etología canina a esta raza, ser machaconamente obsesivos con el estribillo del can.

No se qué es esta raza, no estoy cualificado para encuadrarla en la genética de las especies; pero sí se que no es un perro, ni en su morfología, ni en su comportamiento, ni en su propia fisiología interna.

Primera verdad, relativa por supuesto, pero contrastable; no es un perro y me quedaré afónico repitiéndolo…… que nadie se llame a engaño, no es un perro y el que busque un can se equivoca por completo.

Segunda verdad, siempre relativa, la raza no es para todo el mundo….y aquí sí que chocamos de frente contra todos los intereses habidos y por haber; es necesario disponer de tiempo, y una férrea voluntad,  para acometer los primeros 12 meses de vida…y no todo el mundo dispone de tiempo ni de voluntad.

Y podríamos seguir indicando prioridades, a la hora de difundir una veraz y asequible información, pero creo que resulta suficiente con las dos premisas indicadas.

Son muchísimos los problemas a los que esta raza se enfrenta hoy en nuestro país, que duda cabe, las líneas de sangre no se renuevan y el mercado se empieza a saturar.. pero antes de montar la calefacción, de este edificio, es necesario cerrar la fachada.

Historia detallada de la raza, información sobre su evolución hasta nuestros días, fases de impregnación e integración en entornos sociales, problemáticas más comunes….etc…etc…etc…

Un sin fin de pequeñas cuestiones, verdades transparentes, que podrían ayudar a concienciar…a una tenencia responsable y a un futuro menos incierto. 

Compleja sencillez dada la situación actual,  y sobre todo nulo silencio evitando de este modo que la mentira termine corrompiendo a esta maravillosa y única raza.

El resto de disquisiciones, debates, tertulias y gacetillas ilustradas…las dejo para los grandes gurus de esta raza; profetas ilustrados e investidos por las grandes universidades en veterinaria, etología y biología con un cum laudem…. tan lleno de laurel que podrían montar una verdulería.

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Naturaleza salvaje.

“Todo lo que se ignora, se desprecia.” Antonio Machado aseveraba una verdad aplastante. Tan aplastante como nuestra tozuda, y empecinada obsesión, por vivir malgastando la vida y todo lo que implique naturaleza.

Asistimos con una pasmosa tranquilidad al fenómeno del total desapego a nuestros orígenes, la cultura obsesiva del consumo y el ocio tecnológico arrastra desde la infancia al ser humano; somos genios de la informática desde muy temprana edad, las redes sociales – espacios tan virtuales como una caja tonta – son nuestra adicción.

Vivimos colgados de las nuevas tecnologías, y si estas fallan…..si por un casual nos quedamos sin poder acceder a ellas…..nuestro mundo se derrumba.

No se trata de criminalizar lo positivo, la posibilidad de comunicación global es un fenómeno jamás visto con anterioridad; conocer en tiempo real qué está sucediendo en cualquier rincón del mundo es algo realmente positivo, tener acceso a cualquier información y compartirla es del mismo modo un logro.

Pero la medida, el equilibrio, de las cosas no es nuestro fuerte; y de la virtud pasamos al vicio.

Olvidamos que para desplazarnos de un punto a otro se puede caminar, ignoramos que sin energías tan comunes como los derivados del petróleo o la electricidad no sabríamos vivir.

El desapego a nuestra propia evolución, como especie dominante del planeta, nos hace olvidar por completo nuestra historia…..y nos condena irremediablemente a repetirla.

Por supuesto que formamos un todo en sociedad, que somos parte de un complejo mecanismo de prioridades; pero no debiéramos perder nunca la esencia como individuos y como sociedad.

Diluidos en la rueda del día a día, damos por sentado y bueno todo aquello que está borrando de nuestra memoria genética nuestra propia existencia.

No estamos pisando este planeta gracias a la electricidad, el petróleo o las redes sociales; olvidamos que fuimos capaces de integrarnos en la naturaleza, que observamos su poder y poco a poco logramos vivir con ella…para acabar cual parásitos viviendo de ella y consumiendo su riqueza hasta la extinción.

Y no se trata de discursos grandilocuentes ni apocalípticos, no…..se trata de un niño de corta edad  – quizás no más de 3 años -y que al ver un plc le grita a su madre “mamá mamá un lobo”.

Algo en la memoria genética del ser humano pervive, algo en ese niño nos hace tener esperanza; y es nuestra obligación educar, recordar a esos pequeños que la naturaleza no es una bandeja de muslos de pollo en el super; que las redes sociales deben acercar a las personas, no encapsularas en la soledad de su habitación, que podemos y debemos aprender de los animales y de su entorno.

Si un niño es educado en la convivencia y el respeto hacia los animales frenaremos una parte de ignorancia, que desembocará en desprecio; si cada uno de nosotros somos capaces de aportar ese pequeño grano de arena habrá esperanza.

Nuestra raza – el plc – es complicada, difícil sin duda, pero sigo creyendo firmemente que esta “mutación” creada por el hombre nos recuerda cada día la grandeza de lo natural, la increíble diversión con un ser vivo, la ancestral astucia y la eminente nobleza.

Valores obsoletos quizás, pero imprescindibles y muy sencillos de transmitir a cualquier niño; conviviendo con un animal se asumen responsabilidades, se adquiere una percepción de la lealtad y el cariño, nos acercamos a la naturaleza y aprendemos a respetarla.

La cultura y la educación son aspectos muy  globalizados, pero en cada núcleo familiar reside la  clave del futuro; aquellos que nunca han convivido con animales pierden la oportunidad de transmitir un poco de sabiduría, de ofrecer a sus hijos una ventana diferente a la del ordenador o el smartphone; merece la pena intentarlo.

Pasos pequeños en medio de la locura de nuestra sociedad actual, pasos de gigante hacia un futuro incierto y cada día más materialista.

El reto no consiste en ser capaces de observar lo que nos rodea, el reto consiste en ser capaces de no ignorar la vida en todos sus aspectos;  lograr que un niño sea capaz de apreciar la naturaleza, no como un hecho extraordinario si no como parte de su vida.

Como adultos somos un desastre, pero somos aquello que cada uno ha vivido; y en ese aprendizaje el mundo animal puede y debe ser un referente. No seamos salvajes con la naturaleza, la ignorancia nos lleva al desprecio y el desprecio a la destrucción.

Construyamos entre todos, día a día, aunque sólo sea un pequeño espacio en la mente de ese niño que se asombra al ver un plc en la calle y lo confunde con un lobo…..su sabiduría me asombra.

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