Un cuento, érase una vez.

El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad“. Giovanni Papini, escritor italiano fallecido en 1956 y considerado uno de los grandes de la Italia del siglo XX.

Tendemos a la medición absoluta, nos obsesiona la medida y nos place sobremanera establecer patrones; medimos el tiempo de un modo tan preciso y exquisito que los árboles no nos dejan ver el bosque.

Todo en esta tierra, absolutamente todo, tiene un ciclo. En ocasiones vital y en otras muchas temporal.

Los ciclos naturales fueron la medida del tiempo para el ser humano, hasta que Julio César implantó el denominado calendario Juliano y posteriormente – en 1582 – el Papa Gregorio XIII estableció el actual calendario vigente en casi todo el mundo.

Juliano, Gregoriano o de Vallecas el calendario no deja de ser una medida irreal; un sueño pasajero en el que pretendemos la renovación y poner puertas al campo.

Un año es una medida clara, concreta y establecida; el cachondeo llega cuando esta misma noche damos por fenecido el año y abrimos el cajón de los sueños para el siguiente. Somos así de voluntariosos, así de ilusionados y sobre todo inocentes hasta la médula.

Verán ustedes, uno que es un pelín asocial…..lo confieso sin rubor…. cada 31 de diciembre se hace la misma pregunta: ¿Qué diferencia hay entre hoy y mañana?

Al margen de la sacrosanta y vital juerga nocturna, de la bacanal gastronómica, y de ponernos como un atún a base de mil y un elixires en honor a Baco…o sea pillando un pedal de los de órdago,  al margen de lo anterior…. creo que poco o nada cambia.

Somos cabezones y tozudos cual mula de tiro, y cada 31 de diciembre juramos y perjuramos buenos deseos para el año entrante. Pero todos sabemos que, quitando algunas honrosas excepciones, todo seguirá igual….o peor.

Entre el 31 de diciembre y el 1 de enero media una noche, larga y llena de celebración, media un ciclo establecido por el que cerramos la puerta de un periodo y abrimos la siguiente…..pero nada cambia de motu propio.

Todo cambio requiere instinto y voluntad, instinto para detectar su necesidad y voluntad para acometerlo.

Allá por el mes de mayo decidí iniciar esta serie de artículos, el instinto no es que jugase un papel determinante pero sí la necesidad y la voluntad.

Necesidad de aportar un pequeño grano de arena, a este apasionante mundo del perro lobo checoslovaco, y voluntad para intentar compartir experiencias y un punto de vista absolutamente personal.

Volviendo la mirada a esa fecha, a esa medida concreta, hoy que cerramos este año, mi propia necesidad y voluntad siguen intactas.

En cada artículo he intentado ser honesto, compartiendo lo poco que cada día he ido observando con estos maravillosos ejemplares.

Los míos propios, y aquellos que he tenido la oportunidad de conocer, han sido y son los protagonistas; por lo tanto un espectro muy limitado de la raza, sin duda, pero creo que suficiente para detectar algunas conductas generalizadas.

Nunca he pretendido, ni pretenderé, sentar ni una sola cátedra….. ni tan siquiera intentar imponer criterios; pretendo o intento provocar la reflexión en toda aquella persona que se acerque a estos increíbles ejemplares.

Pero el objetivo prioritario era, es y seguirá siendo…..informar, y animar a buscar una información veraz y sin tapujos, sobre el ayer y el hoy de estos animales.

Y cómo objetivo secundario, íntimamente ligado al prioritario, reclamar el respeto a la esencia del plc; su derecho a ser diferentes, su inalienable derecho a su herencia genética y a ocupar un sitio digno en nuestras vidas.

Deseos y voluntad, que ojalá influyan….por poco que sea…. en ese destino incierto que  mencionaba Giovanni. Pero la realidad sigue siendo mucho más sólida que la noche del 31 de diciembre y su oropel de buenos deseos.

Quizás este esfuerzo personal sea un cuento, una breve narración inspirada en hechos reales; pero como todo cuento no tendría sentido si no se comparten personajes, puntos de vista, conflictos y desenlaces.

Quizás tan sólo se quede en lo anterior, en compartir……resulta complicado, muy complicado, llegar a establecer qué es lo mejor para esta raza hoy y aquí.

Pero algo tengo muy claro…cualquier cosa siempre será mejor que el silencio o la mera expectación.

Siempre que no perdamos el tiempo en supremacías, discusiones estériles o luchas intestinas…. este es un reino que ni tiene trono ni aportará otro poder que la belleza ilimitada, de compartir nuestras vidas con estos extraordinarios ejemplares.

Seamos conscientes de ello, no intentemos medrar en este mundo cual si se tratase de una carrera política; aquí lo único que debiera importar es el bienestar, presente y futuro de la raza, la tenencia responsable y llegar a sumar instintos y voluntades.

El destino reinará, con o sin nuestra ayuda, pero sin esa complicidad de instinto y voluntad quedará en manos de cuatro mercachifles y mercaderes del templo del egoísmo.

Es posible que algún día, probablemente muy lejano, alguien inicie un cuento con la frase ….Érase una vez el perro lobo checoslovaco.

Nosotros no llegaremos a vivir ese momento, pero si hoy no cerramos voluntades y sumamos esfuerzos….es posible que el destino ejerza su fuerza imparable y el perro lobo checoslovaco se convierta en un recuerdo. 

Seamos cómplices del instinto y de la voluntad, recordemos que allá en los Cárpatos y a lo largo de las fronteras de Austria, la República ChecaEslovaquia, Polonia, Ucrania, Rumanía, Serbia y el norte de Hungría….aún hoy se puede escuchar el aullido del lobo.

Aullido que sigue siendo un grito de libertad y el regalo más hermoso que la naturaleza otorga, nosotros hemos heredado un pedazo de ese regalo…….esta noche y mañana seguirá siendo nuestra responsabilidad.

Érase una vez.

“La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia”. Publio Ovidio Nasón, más conocido por Ovidio, gran poeta romano fallecido el año 17 d.C.

Charles Perrault acuñó la frase “il était une fois”  (érase una vez) para dar inicio a uno de sus cuentos en el año 1694. Desde entonces dicha frase abre un mundo de expectación al inicio de cualquier relato.

Y no hay porque ceñirse a relatos infantiles, no debemos perder la ilusión, la capacidad de asombro es algo que nunca debiera perderse por muchos años que nos vayan cayendo.

Érase una vez…..Un bosque cerrado y plagado de robles, de espesa vegetación y lleno de vida; rodeado, cual corona natural, por una formación rocosa que forzaba un difícil acceso a su interior. Un santuario natural y reducto ancestral, hábitat de lo vivo, sepulcro de todo lo muerto y santo grial de todo lo oculto.

Hogar de corzos y territorio de mil extrañas criaturas, campo abonado para las sensaciones y los momentos; en su seno y en lo más recóndito de su espesura, apenas cual murmullo, se escucha la respiración agitada de Luna.

En su primer celo la hembra dominante de su manada logró expulsarla. Su astucia y fortaleza la hicieron medirse tiempo atrás con ella, de un modo cauto pero imparable su instinto la forzaba a intentar ascender en la jerarquía.  

El sonido de la hojarasca, mientras Luna camina, armoniza con la melodía del propio bosque.

Siempre fue una excelente cazadora, astuta y certera supo ejercer su papel dentro de la manada; establecido el cerco era la más rápida cuando Reiko, el macho dominante, daba la orden de abalanzarse sobre la presa.

Sonidos, colores y olores, envuelven su cuerpo con un especial manto, con la fuerza viva de la naturaleza.

Pero Elora, la compañera de Reiko, siempre mantuvo su supremacía. Luna no pudo inhibir su primer celo, y Elora no perdonó aquella ofensa, aún hoy y con la respiración agitada, caminando por el bosque, recuerda el dolor de las heridas y el desconcierto del forzoso exilio.

La fuerza viva envuelve su cuerpo, su ser vaga intentando sobrevivir….buscando su sitio.

Días y semanas vagando…. fuera del territorio que fue su hogar, alimentándose a duras penas con bayas, raíces y pequeños roedores.

Fue duro, demasiado duro para ella, su cuerpo experimentaba un cambio brutal y una fuerza imparable la empujaba a buscar desesperadamente el rastro de un macho.

Necesitaba aparearse, aullaba cada noche hasta la extenuación….su llamada era cada día más profunda y más agónica. Llegó a romper su natural cautela, lo hizo sin poder evitarlo y se acercó a lugares prohibidos.

La noche encendía su ser, iluminaba su instinto, la propia oscuridad le daba fuerzas.

Siempre evitó al ser humano, su madre le enseñó a distinguir su olor, a huir de su presencia y a escapar de sus batidas; sin embargo aquel día, su desesperación y el hambre la acercaron a aquel extraño lugar.

Fuerza y astucia nada pudieron, instinto y cautela sirvieron de muy poco….cuando su vida pendía del hilo de un poco de comida.

El olor a carne fue su perdición y terminó en el fondo de aquella trampa, enjaulada y temblando. De aquella trampa pasó a una jaula, todo fue muy extraño muy rápido; hubo comida y lo más extraño es que aquellos seres le llevaron a un macho.

No era un lobo, no era de su especie,  pero ella estaba receptiva y aquel macho la cubrió. Los días siguientes notó extrañada un desmedido interés de aquellos seres.

Su cuerpo se transformó poco a poco, su instinto se agudizó y necesitaba soledad…absoluta soledad. Ellos la vigilaban, todos cubrían su cuerpo con el mismo color y las mismas prendas….pero olían muy diferente.

La comenzaron a llamar Brita, repetían ese nombre una y otra vez; Luna comía, ya no tenía esa sensación próxima al desfallecimiento…pero estaba inquieta y absolutamente intranquila. Carecía de lo más preciado, su libertad.

Este cuento, esta breve fabulación, pudiera ser el origen de nuestra raza….seguramente fue muy distinto; pero algo es tan cierto cómo el cielo que nos cubre……una maravillosa loba terminó en manos de los hombres para iniciar un experimento atrevido y complejo.

El lobo es una gota, constante y capaz de sobrevivir a todo….extraordinario animal que sin duda ha horadado nuestras conciencias, al menos algunas de ellas.

Brita fue el comienzo de una extraña aventura, el inicio de un proyecto militar; no puedo evitar recordarla en la mirada de cualquier plc, una mirada que atraviesa tu alma con la profundidad de una belleza salvaje.

Hoy y aquí, todos aquellos que disfrutamos de su compañía, todas aquellas personas que sabemos valorar esa mirada, rendimos homenaje a su esencia….a su libertad.

Hoy Brita vive en cada plc, nos recuerda que su sangre no fue fabricada en una granja, que su pelo no se desarrolló en una jaula….su ser es un aullido de libertad, que pugna por hacerse un sitio en nuestras vidas.

Valoremos la verdadera esencia de estos animales, porque respetando su ser quizás desde los bosques más profundos de los Cárpatos el aullido de una loba nos agradezca nuestro gesto.

Los Tercios Viejos.

“Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza”. Abū l-Walīd Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd, más conocido como Averroes, filósofo y médico hispano árabe fallecido en el año 1198.

Averroes demostró una lucidez preclara, cordobés de nacimiento llegó a ser Cadí de Sevilla (gobernante y magistrado).

La ciencia nunca puede ser escondida, su avance es imparable en cualquier espíritu inquieto… la riqueza es evidente y la pobreza es insultante….pero la estupidez, señores..la estupidez es inmortal, omnipresente y poco dada al camuflaje.

Este nuestro país, o lo que va quedando del mismo, llegó a ser una temible potencia militar desde comienzos del siglo XVI hasta mediados del XVII; dicho poderío, fundamentalmente terrestre, se fundamentó en la creación de lo que se dio en llamar los Tercios Viejos.

Nacieron los tres primeros, el de Nápoles, el de Sicilia y el de Lombardía; y fruto de ese embrión crecieron unidades militares que fueron temibles leyendas vivas en todo conflicto armado.

Esto es simplemente historia, ni un panegírico belicista ni nada que no sea exclusivamente recordar hechos.

Lo increíble y curioso es que mucho más allá de lo novedoso de dichas formaciones militares, mucho más allá de su armamento y estructura jerárquica, subyace un elemento crucial……. el factor humano.

El nacimiento de los Tercios Viejos precisó de algo novedoso, esencial y revolucionario; no se crearon levas forzosas, ni se emplearon mercenarios a sueldo.

Se combinaron soldados experimentados con oficiales competentes, que en base a valores como el honor, la lealtad al rey y una cuasi integrista fe religiosa generaron una base humana única en su tiempo.

Hombres que de manera ciega, dejaron marcados hitos en la historia convulsa de los siglos XVI al XVII.

Pero la estupidez humana no tiene límites, es más llega a ser tan peligrosa que juega con la vida.

Esos hombres, que cosecharon grandes triunfos para su monarca, fueron maltratados a extremos inconcebibles; pagas atrasadas, escasez de vituallas y vestimenta y otras penalidades forjaron la sana costumbre del motín español.

Rebelión ordenada, y con carácter quasi reglamentado, el motín español llegó a negociar directamente con representantes del rey.

Ni tan siquiera estos avisos fueron suficiente señal para la estupidez humana, asentada en palacio y en sus consejeros, y poco a poco….el cáncer de la estulticia destrozó aquel proyecto.

La historia está plagada de ejemplos similares, grandes voluntades, sencillos hombres y mujeres dispuestos a morir por una idea y que en manos de estúpidos líderes acabaron en la cuneta.

La estupidez es una religión, un estado de ánimo y probablemente una absoluta carencia de inquietudes; la estupidez humana denota en muchas ocasiones un vomitivo desprecio a cualquier iniciativa, que no sea controlada y/o dirigida por el estúpido de turno.

El perro lobo checoslovaco en cierto modo, y me perdonen los puristas, es muy parecido a los Tercios Viejos; raza novedosa, revolucionaria y plagada de contrastes, raza en la que sus ejemplares destacan  – si algo se debe destacar – por su entrega y nobleza hacia el dueño.

Ejemplares dispuestos a emborracharse de nuestras acciones, cada uno es muy libre de optar por el camino que decida; unos con mayor conocimiento y estudio sobre la raza, otros  – entre los que me incluyo – con verdadera devoción y menos conocimientos y por último algunos con el marchamo de la estupidez por bandera.

La estupidez resta, nunca suma, el estúpido cree a píes juntillas estar en posesión de la razón, desprecia todo lo que no sea de su gusto; y en esta raza jugar a esto último nos aboca a todos al más absoluto fracaso.

Al igual que aquellos viejos soldados, curtidos en mil batallas y penurias, el plc en este país está cada día más en manos de reyezuelos de salón……… de consejeros de billar y en manos de monarquías tan absolutistas que ríase usted del rey sol.

Si la estupidez no remite, si seguimos restando, difamando, torpedeando y destruyendo…..esta raza acabará en la cuneta.

No tengo grandes conocimientos sobre la raza, nunca he pretendido dar lecciones de aquello que carezco; pero sí he intentado aportar, a quien haya deseado leer, vivencias, emociones y anhelos……

Sumar esfuerzos es ya imposible, el panorama de quienes tienen responsabilidades en este mundillo es parecido a los campos de batalla de Flandes; una terna de incompetentes cuyo único valor es la estulticia, dirigiendo a un puñado de aguerridos mártires hacia una muerte segura.

Sigan así señores y señoras….. llenarse la boca con gilipolleces no nos convierte en sabios, gritar no nos convierte en eruditos; pero sobre todo jugar con el futuro de esta raza sólo nos convierte en estúpidos.

Y sobre todo, el silencio nos convierte a todos en cómplices.

El motín fue en el siglo XVII una manera ordenada de rebelión, y en multitud de ocasiones logró sus objetivos; hoy más que nunca necesitamos amotinarnos ante tanto aprendiz de general y tanto consejero cobarde oculto tras las cortinas de palacio.

La ciencia debe ser nuestra aliada, no nuestra guerra, la estupidez un recuerdo, la riqueza nuestra deuda con la raza….. y la pobreza el reto por acometer.

Armonía.

“La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias” Lucio Anneo Séneca, filósofo, orador, político y escritor romano  nacido, probablemente, en la antigua Corduba, actual Córdoba.

La conveniente proporción, y correspondencia, de unas cosas con otras suele ser una completa definición de armonía; dejando al margen el término polifónico, la proporción y correspondencia de unas cosas con otras en un verdadero misterio.

Existe sin duda una armonía en el mundo natural, el ser humano ya es otra cosa; y no será por estilismo que digamos….. somos capaces de combinar hasta las muelas con el color de los zapatos.

Nos preocupa tanto la apariencia que vivimos esclavos de ella, cual dómina inflexible guía nuestras vidas de un modo tan ridículo como vacío de contenido.

Existen armonías discordantes y existen estúpidas combinaciones; y no hay nada más cachondo que observarnos intentando parecer…. según los cánones de la moda.

Siguiendo el camino trazado, la senda del borrego, alcanzamos el éxtasis personal; figura, ropa, complementos, peinado, modos y costumbres.

Ensalzamos el parecer a cotas de marchamo de absoluta calidad, si pareces has logrado llegar a la meta; dudosa armonía con nuestro entorno.

Cada día abandonamos de un modo escandaloso el ser en detrimento del parecer, de nada sirve el conocimiento, de poco la cultura y de escaso valor la capacidad de reflexionar y forjar una propia opinión.

Ya no pensamos, seguimos la senda simplemente; y lo más jodido, que diría el castizo, es que no tiene remedio.

Lo superficial abunda, lo visual se impone, y todo aquello que no comulgue con esa rueda de molino es carca, antiguo o rarito.

Y verán ustedes…me niego a creer que no exista, al menos, rebeldía ante toda esta maraña de estupidez global y de genocidio del ser.

La armonía ha de ser discordante, en esa discordancia reside la belleza y el atractivo; recuerdo una discordancia ejemplar, una excelente armonía que me dejó impactado.

Un macho adulto, de perro lobo checoslovaco, puede llegar a ser  dominante y ruidoso hasta la extenuación con otros ejemplares.

Recuerdo a un ejemplar típico, poderoso y pleno de energía; ante cualquier otro macho enarbolaba la bandera del gruñido más gutural, de las muestras de ortodoncia más peliculeras, en definitiva ……todo un espectáculo.

Pero lo más sorprendente, lo más impactante y maravilloso, era observar a su dueño en esos momentos; juro que era increíble, tanto que sin verlo resulta muy difícil creerlo.

Imaginen la escena…ese pedazo de lobo cargado de testosterona, mostrando encías cual anuncio de dentífrico, marcándose un sólo de gruñidos que ponía los pelos de punta…..erizado cual puercoespín.

Y de pronto se escuchaba la voz pausada, dulce y calmada, de su dueño ….transmitiendo calma, tranquilidad…..increíble esa perfecta discordancia, juro que si existe una modélica armonía aquella era hija directa de la misma.

Extraordinaria manera de entender el ser de aquel macho, ejemplar armonía entre las apariencias y el profundo conocimiento de aquel increíble plc; nada es casual y nada puede serlo.

Cuando se genera un vínculo se aúnan fuerzas, se armonizan maneras y conductas; cuando se deja de lado lo superficial aflora lo esencial.

Perdemos tanto tiempo en lo inútil, desperdiciamos tantos esfuerzos en lo banal, que cuesta imaginar un mundo distinto; el mundo del plc gira en torno a demasiadas apariencias, a demasiado maquillaje superfluo.

Seguramente mi percepción individual sea errónea, asumo la equivocación, y desde luego nunca intentaré imponer criterios; simplemente creo que la armonía para con esta raza – probablemente extensiva a otras muchas – se fundamenta en la propia discordancia entre ejemplar y dueño.

No puedo imaginarme a aquel maravilloso macho en manos de una persona nerviosa o irascible, no puedo imaginar a un ejemplar cauto y desconfiado en manos de alguien indeciso, intranquilo o lleno de fobias.

Por supuesto que cuando adquirimos un ejemplar no se nos entrega un manual, que detalle cual va a ser su carácter, es una relativa lotería, pero estoy convencido que cuando se genera un verdadero vínculo, entre propietario y plc, se solapan las barreras y se llega a entender el profundo ser de estos animales.

Lo anterior es lo que podemos denominar la magia del vínculo, entender con la mirada, conocer cada señal y transmitir un estado emocional acorde a cada situación. No se nace, se hace día a día.

No hay manuales, ni existen educadores que sustituyan lo que nosotros debemos lograr; alcanzar esa armonía es sólo nuestra responsabilidad.

Al igual que aquella voz calmada, todo en nuestra relación con el plc ha de ser acorde; pero las discordancias son tan importantes como llegar a entenderlos y respetarlos.

Proporción y correspondencia, en cada caso, en cada momento; un complicado ejercicio que para nada encaja con esta sociedad absurda, superficial y plagada de apariencias.

La armonía de este mundo está por llegar, la armonía en el plc viene de serie en sus genes….está en nuestras manos integrarla con nosotros o simplemente ignorarla y seguir la senda de lo absurdo.

La pirámide de papel.

“La mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos”. Jhon Churton Collins, periodista, escritor y crítico literario inglés fallecido en 1908.

La cadena trófica, o cadena alimenticia, ha marcado el devenir de nuestra especie en este planeta, nos ha otorgado el marchamo y título honorífico de dioses del Olimpo terrenal.

De este modo, situados entre una Tesalia y Macedonia imaginaria, y más chulos que un ocho, durante toda nuestra existencia hemos observado desde las alturas el espectáculo de la vida.

Pero no contentos con observar hemos hecho y deshecho, hasta lograr que este planeta no lo conozca ya ni la madre que lo parió.

Construimos una gran pirámide y nos asentamos en su vértice, tomamos al asalto el palacio de invierno y cual octubre bolchevique derrocamos el orden natural, e instauramos la dictadura de nuestro particular Olimpo.

Milenios, siglos y tiempos inmemoriales, no nos han enseñado nada, absolutamente nada; somos recurrentes en nuestros errores, repetimos la historia y estamos condenados a revivirla una y otra vez……quizás por la sencilla razón de olvidar con frecuencia un pasado reciente.

Somos así, y no podemos esperar un Mesías redentor; estigma que nos acompaña o maldición universal, el hecho es que hoy nuestro particular manejo del planeta nos deja en una absurda pirámide de papel.

Y ese es nuestro trono, nuestro frágil poder…..de qué diablos nos sirve la gran política de estado, a largo plazo, si ya no habrá recursos naturales que podamos aprovechar.

Nuestra chavacana inteligencia nos conduce a etiquetarlo todo, a colocar en esa pirámide de papel a todo lo “inferior”; movemos las piezas del ajedrez de la vida terrenal con la delicadeza de un elefante en una cacharrería.

Y en ese mosaico tan cachondo el perro lobo checoslovaco tiene su sitio, por supuesto que lo tiene…. y cada día nos encargamos de colocarlo por bemoles en esa plaza tan curiosa.

Faltaría más, ha caído en nuestras manos una raza extraña; diferente, indomable y natural…..consecuencia de nuestra propia intervención.

¿Qué hacemos con ella?….pasen y vean.

Nos gusta y nos atrae, nos maravilla su parecido morfológico con el lobo; pues nada, a desperdigar plcs por el planeta cual plaga bíblica, lo importante es satisfacer la oferta y la demanda.

No importa que esta raza precise de un extraordinario conocimiento de la misma, da igual que sus peculiaridades no encajen con las razas de canes tradicionales; lo importante es crecer y multiplicar…..al parecer.

Lograremos el objetivo, sin duda, la moda y el tirón lograrán que nuestras calles se vayan poblando de ejemplares; pero …¿Conseguiremos una tenencia responsable?.

Pues verán ustedes, cada día que pasa me resulta mucho más dudoso; intentamos colocar al plc en un nivel, de esa pirámide de papel, que no le corresponde.

Colocarlo al mismo nivel, que cualquier otra raza, es un error tan recurrente como descabellado; nos duela o nos de la risa.

Me hartaré de escribir al respecto, resultaré manido y repetitivo, puede que incluso insoportable; pero años de experiencia con otras razas me han demostrado que el perro lobo checoslovaco es otra cosa.

Verán ustedes, y perdonen el símil, es cómo si para ir a trabajar cada día me comprase un Ferrari Testarrosa y al poco tiempo me quejase del consumo por ciudad y de los problemas para aparcar.

Seamos al menos un poco sinceros, el perro lobo checoslovaco tiene su sitio en la verdadera pirámide natural; ya lo creo que lo tiene, y por derecho propio, aunque nos empeñemos en situarlo en la nuestra de papel.

Si está usted dispuesto a dedicarle todo el tiempo del mundo, y un poco más, esta es su raza; si asume momentos de triunfo y de absoluto fracaso es su raza, si se compromete al tobogán del crecimiento entonces puede que lo sea.

Si lo que busca es un perro al uso, de paseo diario y vuelta al calor del hogar…entonces se equivoca, si busca un animal placentero, tranquilo y cordial con otros canes se equivoca, si busca algo parecido no dude en adquirir cualquier otra raza….ahorrará disgustos.

El plc es ante todo heredero de libertad, notario de grandes espacios y usufructuario de bosques y páramos; rebelde con causa ante el entorno urbano, desconfiado por naturaleza y leal cual caballero juramentado.

Fuerte de cuerpo y espíritu y dominante por naturaleza; astuto e independiente pero leal hasta la extenuación.

El perro lobo checoslovaco es muchas cosas más, pero lo que nunca será….hoy por hoy…es un perro más.

Quién opte por esta raza debe informarse, conocer, saber y ante todo asumir….y no resulta sencillo, nada sencillo.

Y no por que haga falta una especial condición humana…en absoluto, lo único preciso es asumir lo que uno ha escogido…nada más.

Ahí dónde lo ven, en la fotografía que encabeza este artículo, ese ejemplar con dos meses era ya un terremoto, un exagerado ejemplo de vitalidad, de dominancia y de carácter…un digno heredero de su raza.

Esta raza es diferente…..cuando sentí, al verlos por primera vez, me detuve a pensar; y juro por todos los dioses que nunca sabré si lo que queda de aquel momento es el sentimiento o la razón.

Nuestra pirámide de papel es poco más que un sueño, no dejemos que se convierta en pesadilla.

Tan sólo pido que todo aquel que se acerque a ellos sienta lo mismo…. y nunca, nunca, deje de pensar.