La pirámide de papel.

“La mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos”. Jhon Churton Collins, periodista, escritor y crítico literario inglés fallecido en 1908.

La cadena trófica, o cadena alimenticia, ha marcado el devenir de nuestra especie en este planeta, nos ha otorgado el marchamo y título honorífico de dioses del Olimpo terrenal.

De este modo, situados entre una Tesalia y Macedonia imaginaria, y más chulos que un ocho, durante toda nuestra existencia hemos observado desde las alturas el espectáculo de la vida.

Pero no contentos con observar hemos hecho y deshecho, hasta lograr que este planeta no lo conozca ya ni la madre que lo parió.

Construimos una gran pirámide y nos asentamos en su vértice, tomamos al asalto el palacio de invierno y cual octubre bolchevique derrocamos el orden natural, e instauramos la dictadura de nuestro particular Olimpo.

Milenios, siglos y tiempos inmemoriales, no nos han enseñado nada, absolutamente nada; somos recurrentes en nuestros errores, repetimos la historia y estamos condenados a revivirla una y otra vez……quizás por la sencilla razón de olvidar con frecuencia un pasado reciente.

Somos así, y no podemos esperar un Mesías redentor; estigma que nos acompaña o maldición universal, el hecho es que hoy nuestro particular manejo del planeta nos deja en una absurda pirámide de papel.

Y ese es nuestro trono, nuestro frágil poder…..de qué diablos nos sirve la gran política de estado, a largo plazo, si ya no habrá recursos naturales que podamos aprovechar.

Nuestra chavacana inteligencia nos conduce a etiquetarlo todo, a colocar en esa pirámide de papel a todo lo “inferior”; movemos las piezas del ajedrez de la vida terrenal con la delicadeza de un elefante en una cacharrería.

Y en ese mosaico tan cachondo el perro lobo checoslovaco tiene su sitio, por supuesto que lo tiene…. y cada día nos encargamos de colocarlo por bemoles en esa plaza tan curiosa.

Faltaría más, ha caído en nuestras manos una raza extraña; diferente, indomable y natural…..consecuencia de nuestra propia intervención.

¿Qué hacemos con ella?….pasen y vean.

Nos gusta y nos atrae, nos maravilla su parecido morfológico con el lobo; pues nada, a desperdigar plcs por el planeta cual plaga bíblica, lo importante es satisfacer la oferta y la demanda.

No importa que esta raza precise de un extraordinario conocimiento de la misma, da igual que sus peculiaridades no encajen con las razas de canes tradicionales; lo importante es crecer y multiplicar…..al parecer.

Lograremos el objetivo, sin duda, la moda y el tirón lograrán que nuestras calles se vayan poblando de ejemplares; pero …¿Conseguiremos una tenencia responsable?.

Pues verán ustedes, cada día que pasa me resulta mucho más dudoso; intentamos colocar al plc en un nivel, de esa pirámide de papel, que no le corresponde.

Colocarlo al mismo nivel, que cualquier otra raza, es un error tan recurrente como descabellado; nos duela o nos de la risa.

Me hartaré de escribir al respecto, resultaré manido y repetitivo, puede que incluso insoportable; pero años de experiencia con otras razas me han demostrado que el perro lobo checoslovaco es otra cosa.

Verán ustedes, y perdonen el símil, es cómo si para ir a trabajar cada día me comprase un Ferrari Testarrosa y al poco tiempo me quejase del consumo por ciudad y de los problemas para aparcar.

Seamos al menos un poco sinceros, el perro lobo checoslovaco tiene su sitio en la verdadera pirámide natural; ya lo creo que lo tiene, y por derecho propio, aunque nos empeñemos en situarlo en la nuestra de papel.

Si está usted dispuesto a dedicarle todo el tiempo del mundo, y un poco más, esta es su raza; si asume momentos de triunfo y de absoluto fracaso es su raza, si se compromete al tobogán del crecimiento entonces puede que lo sea.

Si lo que busca es un perro al uso, de paseo diario y vuelta al calor del hogar…entonces se equivoca, si busca un animal placentero, tranquilo y cordial con otros canes se equivoca, si busca algo parecido no dude en adquirir cualquier otra raza….ahorrará disgustos.

El plc es ante todo heredero de libertad, notario de grandes espacios y usufructuario de bosques y páramos; rebelde con causa ante el entorno urbano, desconfiado por naturaleza y leal cual caballero juramentado.

Fuerte de cuerpo y espíritu y dominante por naturaleza; astuto e independiente pero leal hasta la extenuación.

El perro lobo checoslovaco es muchas cosas más, pero lo que nunca será….hoy por hoy…es un perro más.

Quién opte por esta raza debe informarse, conocer, saber y ante todo asumir….y no resulta sencillo, nada sencillo.

Y no por que haga falta una especial condición humana…en absoluto, lo único preciso es asumir lo que uno ha escogido…nada más.

Ahí dónde lo ven, en la fotografía que encabeza este artículo, ese ejemplar con dos meses era ya un terremoto, un exagerado ejemplo de vitalidad, de dominancia y de carácter…un digno heredero de su raza.

Esta raza es diferente…..cuando sentí, al verlos por primera vez, me detuve a pensar; y juro por todos los dioses que nunca sabré si lo que queda de aquel momento es el sentimiento o la razón.

Nuestra pirámide de papel es poco más que un sueño, no dejemos que se convierta en pesadilla.

Tan sólo pido que todo aquel que se acerque a ellos sienta lo mismo…. y nunca, nunca, deje de pensar.

Celia.

Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado” Amandine Aurore Lucile Dupin escritora francesa de una gran sensibilidad y más conocida por su seudónimo de George Sand. Fallecida en el año 1876.

Somos genios de la complicación, alquimistas de fin de semana, o tal vez simplemente nos asusta la realidad; lo verdadero, lo auténtico, resulta difícil de asumir, y desde tiempos inmemoriales hemos sido capaces de escribir tratados, de disertar sobre el sexo de los ángeles, y terminar reconociendo que una puesta de sol es mucho más que un fenómeno natural.

Lo verdadero no requiere manual, no precisa estudio ni pide debate alguno, es por derecho propio y lo seguirá siendo; pero sin embargo en multitud de ocasiones resulta incómodo.

No hay nada más escandaloso que una conducta excéntrica o llamativa, nada menos aceptado en esta sociedad que lo que se sale de la norma; lo diferente molesta, lo distinto ocasiona incomodidad.

Y somos brutos cual arado, somos intolerantes hasta la extenuación, resulta sorprendente como exceptuando determinadas culturas el resto ha condenado lo diferente al ostracismo y a la picota más vergonzosa.

Nos provoca miedo lo desconocido, nos molesta lo diferente y nos repatea los hígados que además sea algo visible.

Personas, ideas y conductas han de estar enmarcadas en el cuadro de lo socialmente aceptado, de lo políticamente correcto.

Pero vamos un poco más allá y juzgamos además el comportamiento en el mundo animal, establecemos reglas e imponemos conductas para adecuar comportamientos a nuestros mundos particulares, y al universo general de la estulticia y la gilipollez más absoluta.

Comprendo y tolero lo general, comparto lo particular en cuanto a que un animal no debe ser un peligro para el ser humano; pero no me pidan mucho más.

Vivir es un aprendizaje, para quien lo desee por supuesto, para algunos es un acto vegetativo y conducido a lo largo de toda su existencia; cada cual tome el camino que considere más oportuno, sin duda el ejercicio de la libertad personal es sagrado.

Celia es una hembra de perro lobo checoslovaco, nosotros buscamos un nombre diferente y con un especial contenido; la llamamos Leah, la que progresa y triunfa.

Desde su llegada a casa se nos rompieron todos los esquemas, todos los patrones de conducta que habíamos aquilatado durante años con otros perros y otras razas ………se fueron al garete cual lastre por la borda.

Celia era un ejemplar diferente, distinto hasta extremos preocupantes; nunca pudo tener tiempo material para aprender conductas, vivió junto a sus hermanos de camada durante dos meses, compartió además otra camada simultanea y esos dos meses fueron para ella días de juegos, correrías y aprendizaje.

Pero algo se rompió en Celia, cuando la arrancaron de la seguridad y calidez de su manada …algo se trastocó en ella; su llegada a casa nos demostró que en ese pequeño animal, aparentemente indefenso, bullía un rechazo absoluto al ser humano, una desconfianza extrema y una prudencia que nunca pudo ser aprendida.

Y vivimos días preocupantes, jornadas de observación aplicando mil y una estrategias para lograr su confianza; nunca pensé que debiera ganarme el cariño de un cachorro, eso sin duda trastocó todos los sólidos cimientos que había forjado durante años.

Pensé incluso que su comportamiento era debido a trastornos heredados, pensé tantas cosas….pero los días fueron pasando y ganamos su confianza, compartimos sus ganas de vivir y descubrimos a un animal de una inteligencia fuera de lo común.

Su mirada era un compendio de sabiduría, sus actos en la seguridad de su entorno eran pruebas fehacientes de su diferencia; pero el entorno inmediato es seguridad y el grave problema se destapaba en cuanto traspasábamos el umbral de la casa y accedíamos al mundo exterior.

Aparentemente su conducta era de pánico absoluto al ser humano, llegando a relacionar de inmediato cualquier medio de transporte, aunque estuviese parado, como un peligro potencial.

Días de esfuerzo, noches de insomnio pensando qué podíamos hacer, Celia era un animal diferente en su entorno y en el mundo exterior.

Visitas a educadores, peregrinaciones a etólogos, tratamientos de todo tipo……pero Celia siguió siendo diferente, aprendió a estar, asimiló la forzosa necesidad de estar en el mundo exterior….nunca retrocedimos, pero tampoco logramos que nuestra perra loba checoslovaca fuese lo que deseábamos.

Convivencias en monográficas, salidas organizadas, y un sin fin de esfuerzos por nuestra parte intentaban modificar una conducta diferente.

Celia nunca supuso un peligro para nadie, evitaba al ser humano cómo si en su herencia genética tuviese tatuado el código de la desconfianza; observadora y cauta, inteligente y absolutamente distinta.

Y pasamos el primer año, sin entender…sin comprender qué sucedía; añorábamos la “normalidad” y desfallecimos en muchas ocasiones, en muchas.

Un buen día, un maravilloso día, algo cambió en nuestra percepción; aceptamos a Celia, asumimos su diferencia y todo cambió de un modo extraordinario.

Celia había nacido para vigilar, para ser la alarma de su manada; su conducta era absolutamente marcada, su tarea detectar el peligro.

Puede parecer ridículo, puede resultar muy poco científico; pueden ustedes pensar lo que quieran…..tres años de convivencia con ella me han enseñado, me han dado una gran lección.

He aprendido a respetar su diferencia, he aprendido a valorar su entrega y sus capacidades; del mismo modo me ha demostrado que ni los mejores etólogos, ni educadores, ni métodos conductuales han podido desentrañar su ser.

Celia simplemente es, y probablemente, tan sólo probablemente, su herencia genética la haya marcado de por vida.

Su diferencia es atronadora, estridente si así lo desean, llamativa y por lo tanto muy visible; y no me avergüenza esa diferencia ni me abruma su visibilidad, simplemente comparto mi vida con animal que desconfía del ser humano.

Un animal que desarrolla todas sus capacidades, toda su inmensa belleza, en cualquier medio natural; un ejemplar mucho más cercano a sus ancestros que a sus coetáneos.

Lo verdadero sin duda siempre es sencillo, aunque cueste descubrir que la diferencia se debe respetar, que un ser vivo tiene derecho a ser…..derecho a vivir.

P.S.

Dedicado a todos aquellos que, siendo diferentes, no encajan en esta sociedad imperfecta; a todos aquellos que viven intensamente siendo fieles a su ser.

Noche de paz.

La concordia hace crecer las pequeñas cosas, la discordia arruina las grandes“. Caius Sallustius Crispus, uno de los más importantes historiadores latinos del siglo I a.C.

A pesar de todos nuestros defectos, o quizás gracias a ellos, el ser humano precisa de la parte emocional cual aire para respirar.

Nunca dejaremos de ser sentimentales, es una necesidad y por suerte una fuerza imparable que aún hoy nos mueve hacia la emoción, la compasión, la tristeza, la ira o la propia ilusión.

Esa parte no cognitiva, ese componente irracional del ser humano es , si me lo permiten , el mayor tesoro que podemos aquilatar; pertenece a la esfera de lo personal, cada uno de nosotros vive de un modo especial ese universo incontrolable.

Pero lo cierto es que en todos nosotros, o al menos en casi todos, anida la emoción, la compasión, la tristeza, la ira y la ilusión; y nadie asiste a clases magistrales, ni realiza doctorados para mantener esa fuerza interior que nos transforma.

Curioso misterio, inexplicable dualidad la del ser humano; capaces de lo mejor y de lo peor, quizás esa dualidad sea un binomio inseparable….. sin el cual dejaríamos de ser humanos.

Estas fechas son proclives a la hipocresía, plaza fuerte de mercachifles y manipuladores, campo abonado para negociar con los sentimientos y en definitiva triste parodia de buenas voluntades.

Pero debemos reclamar el derecho a la felicidad, y no ante ningún Parlamento o institución; el derecho a la felicidad reside en nosotros mismos.

Resulta imposible definir felicidad, cada ser humano la percibe y vive de un modo muy diferente; pero hay un hecho objetivo por el que debemos empezar, para alcanzar algo parecido a la felicidad es necesaria una gran armonía.

Convivir con un perro lobo checoslovaco ofrece, no me cansaré de repetirlo, una oportunidad única de observación; sin embargo hay una condición sine qua non, debemos ver….no limitarnos a mirar.

La armonía puede llegar a ser un estado de ánimo permanente , la naturaleza contiene en cada rincón una gran dosis de armonía; esta raza de igual modo es un ejemplo.

Observe usted a un plc y podrá comprobar, a simple vista, que existe una armonía morfológica muy especial; está labrado de manera práctica, muy práctica, todo su cuerpo está preparado para esfuerzos intensos, resistencia extraordinaria y agilidad impresionante.

Pero su verdadera fortaleza estriba en su carácter, un compendio de fuerza, astucia, atrevimiento y cautela a partes iguales; las conductas habituales del plc – al menos las más comunes a todos – están plagadas de absoluta practicidad. 

Si tuviésemos que poner un símil, podríamos decir que…. como las personas calladas y reflexivas…. el plc no abre la boca si no tiene nada que decir; ni mueve una pata sin necesidad.

Su condición, su carácter,  y en definitiva su herencia genética, armonizan muy poco con el entorno exterior urbano; para ser testigos de armonía, de una felicidad lobuna desmedida, deberemos trasladar al plc a un entorno natural.

Pequeñas cosas que diría Caius Sallustius, pequeñas cosas que requieren de concordia para crecer.

Una noche de paz nos aporta muy poco, las fechas señaladas son efímeras; recurrentes dígitos en un calendario que se repiten llueva o truene sobre nuestras conciencias.

Las pequeñas cosas, sin embargo, aportan sólidos cimientos….creo firmemente en ello; optar por esta raza es una pequeña muestra de respeto y cariño hacia lo natural, lo verdadero… lo libre.

Entre todos los que compartimos esta pequeñez existe, en lo fundamental, concordia……fomentar lo que nos une hará crecer esta locura, sana y reconfortante desviación de la rutina.

La discordia arruinará lo único grande que tenemos….la raza y su ser.

Tengamos…. no una noche de paz…. tengamos la paz suficiente para todas y cada una de las noches, el lejano aullido del lobo  nos debiera recordar que existe un mundo real… en el que lo que importa es ser y no parecer.

Maquillaje.

“Esfuérzate por mantener las apariencias, que el mundo te abrirá crédito para todo lo demás”. Winston Churchill polifacético político, estadista, historiador y escritor británico.

Las apariencias son vitales para el ser humano, son una religión en auge; maquillar para ensalzar la belleza puede resultar atractivo, cuando lo que se ejecuta es el disfraz y la más absoluta mentira resulta amoral. 

Multitud de problemas, en esta nuestra sociedad, se cimientan en la hipocresía; en mantener las apariencias cual bastión irreductible.

No importa en absoluto el ser, lo único que preocupa es parecer. Vendemos humo enlatado y compramos aire contaminado, la religión imperante es la de tener o al menos parecer.

Demasiado sucesos en estos últimos días como para permanecer impasible, sucesos que atañen al mundo animal, que del mundo humano hace tiempo ya  doble la rodilla.

Los reductos naturales, en nuestro país, son cada vez más parecidos a una ínsula Barataria, a un sueño convertido en pesadilla; no queda ya rincón que no haya sido hollado por el poderío humano, no queda ya especie “salvaje” que no haya sido etiquetada, confinada o en vías de exterminio.  

Resulta complicado entender por qué nos cuesta tanto la convivencia con la naturaleza, pero más complicado resulta comprender por qué nos empeñamos en maquillar realidades.

Adopciones, abandonos y mil y una desgracias acechan al perro lobo checoslovaco, pequeño grano de arena de un cosmos infinito; raza de una fortaleza inmensa, experimento humano en continua evolución.

Y seguimos asistiendo al triste espectáculo de vendedores de crece pelo y mercaderes de elixires mágicos.

He repetido hasta la saciedad que esta raza no es para cualquiera, hoy me asalta la duda sobre si acaso no estemos dirigiendo su futuro hacia un precipicio nada virtual.

Convivir con ellos es una experiencia única, y cada día descubres su verdadero potencial; su necesidad imperiosa de desarrollar sus capacidades, su innato potencial para ejercer como lo que son……animales con un componente extremo de libertad.

Pero me resulta escandaloso, que día tras día se intente vender una imagen distorsionada de la raza; se maquilla su verdadera esencia ocultando su carácter y aconsejando paños calientes para su “reforma” y control.

Y todo ello demuestra, al menos así lo parece, que hemos perdido el control del proyecto del “lobito -perro”.

No podemos seguir vendiendo humo con el plc, debajo de ese humo se enciende una hoguera imparable; la de la pervivencia de los instintos y la supremacía de su componente más natural.

Maquillar al plc cual perro de compañía es ya un acto descabellado, lo es cada día un poco más; ocultar la dedicación que precisan, tapar la fortaleza física y el empuje natural que los guía, es un boleto hacia el desastre.

El devenir de la raza está girando en el camino de las apariencias, primando la belleza física por encima de su esencia conductual.

Seguimos empeñados en evaluar, modificar y adecuar la conducta del plc a una globalidad imposible; pero lo que no hacemos es evaluar, modificar o adecuar la conducta de sus dueños.

Y todos somos evaluables, todos somos susceptibles de modificar nuestra conducta, todos sin excepción podemos adecuarnos y aprender a convivir con esta raza.

Pero la base es demasiado importante, el punto de partida es crucial; información, exhaustiva información sobre la raza, reflexión sobre lo que queremos y decisión responsable.

Pasos previos imprescindibles para evitar sorpresas, decepciones, abandonos o situaciones indeseadas. La oferta de mascotas es tan amplia que hay cabida para todo el mundo, la demanda de rarezas empieza a ser preocupante.

La compañía de una mascota puede llenar nuestras expectativas, hay razas de perros para cubrir casi todas las necesidades afectivas, físicas e incluso aparentes.

Pero un plc es otra cosa, muy diferente…..y no me cansaré de recalcarlo; un perro lobo checoslovaco requiere una dedicación exhaustiva durante su etapa de crecimiento ( hasta el año aproximadamente ) fijar la relación dueño – animal, establecer un vínculo suficiente para una correcta convivencia, habituar al cachorro al entorno exterior, trabajar filias y fobias hasta la extenuación…..y empezar con las etapas de la “adolescencia”, encauzar la dominancia innata con otros ejemplares, solventar los problemas que van a ir surgiendo…..

Un largo etcétera, un rosario de trabajo y dedicación; seamos sinceros por favor ¿Cuántas personas están dispuestas a vivir esta opción?, ¿Cuántas personas optan por una dedicación tan importante?….creo sinceramente que muchas menos de las que optan, en un primer momento, por esta raza.

Y a las pruebas me remito, abandonos y adopciones, situaciones graves y soluciones absurdas a problemas generados por una tenencia irresponsable.

En esta vida podemos escoger algunas cosas, pocas quizás, pero si optamos por irnos a vivir con una tribu aislada del amazonas no seamos ilusos, nuestra vida pasada, nuestras comodidades, nuestras necesidades se deberán adaptar a la realidad que hemos escogido……¿o pretendemos que sea al revés?.

Si optamos por esta raza seamos consecuentes, asumir el trabajo, entregar el tiempo y disfrutar de su esencia son hechos objetivos; vender humo y apariencias, maquillar la realidad venidera son mentiras peligrosas.

Poco importa que esta “moda” siga creciendo, nada nos inquieta salvo las desgracias o hechos impactantes; pero tras muchas situaciones indeseadas… se oculta una capa de maquillaje tan gruesa como peligrosa.

Si nos esforzamos por mantener las apariencias…. puede que logremos mucho crédito, sin embargo esta raza seguirá perdiendo día a día la oportunidad de desarrollarse con quienes sean capaces de aceptar la diferencia y el esfuerzo; con quienes deciden respetar su esencia y al menos intentan el difícil equilibrio entre su existencia y un mundo exterior….. que no está preparado para ellos y al que deben adaptarse para sobrevivir.

No hay nada más penoso que la belleza escondida tras capas de estridente maquillaje, no hay nada más triste que una mirada perdida, vacía y alejada de la propia existencia.

Jaulas de oro.

“¡Oh, libertad gran tesoro! porque no hay buena prisión, aunque fuese en grillos de oro”. Félix Lope de Vega y Carpio, poeta y dramaturgo del denominado Siglo de Oro y  maestro indiscutible de la literatura universal.

Si se me permite, como si no, hoy me subleva la estulticia mercantil de quienes usan, utilizan y sacan provecho económico de la naturaleza salvaje.

Y todos somos cooperadores necesarios, en ese circo cruel en el que los animales son expuestos cual mono de feria.

La libertad natural nunca es un derecho, simplemente es un hecho palmario cual sol que de momento nos alumbra; somos obsesivos compulsivos a la hora de tocar los bemoles a la propia naturaleza.

En aras del estudio científico acosamos, marcamos y colocamos collares electrónicos a cualquier animal que se nos escape al control exhaustivo de nuestro omnipresente poderío, encerramos en zoológicos a cualquier especie llamativa, acotamos extensiones de terreno y las denominamos “reservas” naturales….. y ya el colmo de la hipocresía, la mala leche y el más puro negocio es cuando se crean los llamados “Parques de la naturaleza“.

Parques de la vergüenza más bien, monumentos vivos del confinamiento de oro en campos de concentración; especies que ni son de la zona ni pintan más en el lugar que un Cristo con dos pistolas en una barra americana.

Y no, no estoy siendo extremista ni tan siquiera alarmista; somos así de cachondos y magnánimos, si los elefantes están a miles de kilómetros de nuestra tierra pues nos traemos unos cuantos y los ponemos a pastar cual rebaño de ovejas lachas, si los leones nos pillan lejos pues nada hombre …se traen hacia el norte, se encierran en una parcelita y ya tenemos el negocio montado.

Qué más da que nunca se puedan aclimatar, que diablos nos importa si de ese confinamiento nacen conductas autodestructivas…lo que importa es el tirón comercial, lo que importa es arrebatar a la madre naturaleza un trozo y ponerlo a producir.

Dejad que los niños se acerquen a mi……reclamo inmoral de este tipo de campos de concentración, en los que el argumento es acercar la naturaleza a la tierna infancia; pues verán ustedes si quieren crear conciencia en las nuevas generaciones, si lo que desean es fomentar que un niño de hoy sepa que una gallina no viene de la bandeja del supermercado…..sean ustedes un poco más sensatos, un pelín más conscientes.

Porque ustedes, los magnates de ese turismo ecológico modernista y socialmente aceptado, son capaces de enjaular al mismísimo Yeti si se confirmase su existencia, de pasear en un circo ambulante a Belcebú y de meter en un zoo al vecino del quinto si diese juego.

Señores, si quieren educar en valores…si lo que realmente desean es fomentar el respeto hacia la naturaleza….no hace falta meter a una orca en una piscina, no es necesario sacar a un oso polar del hemisferio norte y meterlo en un frigorífico en Tanzania.

No será mucho más educativo, me pregunto, fomentar el respeto cercano, educar en el conocimiento de las propias especies autóctonas y globalizar el conocimiento sin tener que cortar los continentes y sus especies para llevar trocitos a cada pueblo y rincón del planeta.

Pero el negocio mercantilista sigue siendo el brebaje que envenena cualquier deseo humano, y somos tan estúpidos y engreídos que, además, cuando nuestro proceder genera conflictos, en los ejemplares que enjaulamos, hemos inventado la palabra mágica……SACRIFICIO.

Metemos a una manada de lobos en un campito extenso, que nadie lo dude ya que 5230 metros cuadrados son una jaula de oro, y cuando la naturaleza impone sus reglas…..cuando de ese confinamiento nacen los problemas…entonces tiro en la nuca y a seguir con la juerga.

Pero no se pasmen ustedes, no…..encima cuando la indignación general vierte críticas, sobre esa  masacre, esta banda de mercachifles saca una nota de prensa justificando lo que han dado en llamar SACRIFICO en pos de la viabilidad de la especie.

Y qué quieren que les diga, tras leerme detenidamente el comunicado mi capacidad de asombro ya es ilimitada; resulta que metemos en un cercado a una manada de lobos, dejamos que la naturaleza obre y se reproduzcan, cuando nacen los conflictos por ese espacio reducido, les metemos cuatro tiros… a una parte de la manada…. y paz y gloria…..viabilidad de la especie.

La única viabilidad de la especie, de nuestra especie humana, pasaría por destinar, a ese grupo sesudo de seudocientíficos y mercachifles, a roturar campos en barbecho con un yugo y su propio esfuerzo….probablemente el daño sería mucho menor.

Pero la cuestión no es el hecho deleznable del exterminio de ese grupo de lobos, la cuestión real es cómo permitimos que en nombre de falsas intenciones educativas se siga comerciando con la naturaleza, sigamos poniendo puertas al campo y cobrando hasta por respirar.

Los circos son penosamente crueles, al menos con los animales, las jaulas son la vergüenza de nuestra especie, y aunque las disfracemos de 5000 metros cuadrados las reservas para turistas son lo que son….una vergüenza mantenida por nuestro propio dinero.

Si destinásemos ese dinero a planes sensatos de protección otro gallo nos cantaría, pero esta es la realidad; este es nuestro país y estas nuestras leyes.

Desde estas líneas, mi más absoluta repulsa al exterminio de ese grupo de lobos adultos; mi más triste compasión por nuestra especie que una vez más demuestra merecer el título “honoris causa” ……al mayor depredador del planeta.

Es un gran tesoro la libertad, sin duda, y como sentenció Lope de Vega…..grillos ni de oro.

Una vez más nuestros lobos, esa increíble especie, se convierten en un capricho, un negocio y a la postre, y por desgracia, en el blanco de nuestra propia incompetencia……sobran jaulas de oro, o “parches” de la naturaleza, y falta mucho sentido común.

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