Vael, in memoriam

“La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente”.  Francoise Mauriac escritor francés.

La muerte de un ser querido es una tragedia, una dura experiencia que todos hemos vivido o sin duda viviremos;  ciclo de vida solemos argumentar.

Pero la fragilidad del ser humano no entiende de argumentos ni consuelos, cuando ese ser querido es un bello animal  – que ha compartido con nosotros su vida entera – se sufre de un modo especial y diferente.

No pretendo equiparar pérdidas o sufrimientos, un ser humano lo es y en consecuencia está lleno de bondades, defectos e incluso maldades.

Un animal es un ser único, bondadoso por naturaleza siempre que sepamos respetar su ser; alejado de la maldad humana, aunque pueda estar lleno de defectos incompatibles con nuestra sociedad.

Cuando se comparte la vida con él, cuando se camina a su lado desde su más temprana edad, los momentos y sensaciones nos inundan.

Nos fortalecen como seres humanos, nos aportan limpieza, nobleza y entrega; es muy recurrente lo se….pero es una realidad tan aplastante, que si no fuésemos tan egoístas debiéramos ensalzar.

Y la vida es un ciclo, tan reducido en su amplitud que no sabemos vivir; y cuando la muerte nos toca de cerca es muy difícil sobreponerse.

Es fácil escribir desde la distancia del hecho……….lo se; he vivido esos momentos trágicos  pero nunca es comparable.

Cada ser humano vive, y debe vivir, esos momentos con la plenitud del recuerdo; con la intensidad de todo lo recibido, con la emoción de cada momento y por qué no….. con una sonrisa de felicidad.

La felicidad es un estado transitorio, volátil y poco común; es un bien preciado y perseguido con ahínco.

Esta increíble y maravillosa raza nos da tanto, nos entrega cantidades inmensas de sensaciones y momentos; se convierten no ya en seres amados….alcanzan la condición de un alma libre y admirable.

Quienes convivimos con ellos, sufriendo sus especiales costumbres, riendo a espuertas con sus peculiares trastadas, nos convertimos en adictos a ese espíritu libre y natural.

Una adicción absoluta, sana y edificante; un camino recorrido cada día y en el que debemos aquilatar todo lo recibido.

Y cuando llega la muerte, cuando nos alcanza de lleno, nada ni nadie puede perturbar nuestro dolor. Es nuestro, pertenece al mundo de lo vivido por derecho propio.

Y con estas líneas no pretendo turbar unos momentos tan especiales, tan sólo quiero rendir un sentido recuerdo a una familia compuesta por dos seres humanos y un perro lobo checoslovaco.

En ocasiones nos alejamos de las personas, somos muy estúpidos por que vivimos aceleradamente; pero siempre, en todo momento, una mirada profunda, penetrante y luminosa nos acompañará.

Nunca nos abandonará, nuestro lobo es y será un refugio en la vorágine diaria; un rincón limpio y verdadero, un compañero fiel y sin otra doblez que ser respetado.

Y la muerte nunca puede borrar lo vivido, nunca puede robarnos esos momentos y sensaciones cuando en la soledad del monte compartimos y aprendimos a apreciar un trozo de naturaleza.

La vida sí nos roba, nos arrebata a diario todo lo bueno que anhelamos; la muerte de nuestro perro lobo checoslovaco inmortaliza el más bello sentimiento, el más puro y natural…..inmortaliza la entrega absoluta y consolida una etapa para el recuerdo.

Desde estas líneas, sin pretender turbar ni tan siquiera perturbar, vaya mi más sincero abrazo para Lena y Ricardo que tuvieron la dicha de compartir tanto en tan poco tiempo con Vael …….un perro lobo checoslovaco, libre, noble y que caminó a su lado hasta el último momento. In memoriam.

El silencio de los lobos.

“El silencio es la virtud de los locos”. Francis Bacon, estadista y filósofo británico, dejaba esta frase para la posteridad; su significado podría adaptarse a lo que el lector quiera o desee desentrañar.

Todo es relativo en esta vida, y nada es más inmoral que no saber escuchar; y escuchar el silencio ayuda a entender. Somos escandalosamente ruidosos, el ser humano es un compendio de sonidos que nacen de una falsa supremacía; de una absoluta seguridad en cualquier entorno.

La naturaleza, sabia en su devenir, no escatima sonidos; pero todo mantiene un equilibrio ajustado y perfecto, nada es casual y nada se produce por qué si.

El silencio nunca es tal, y el perro lobo checoslovaco hereda una parte muy destacada de su antecesor el lobo.

Siglos de persecuciones, casi de exterminio total, han podido moldear la comunicación del lobo con su entorno; con sus congéneres y con el resto de seres vivos.

No soy especialista en la conducta del lobo en general, tan sólo admirador de la especie y de todos aquellos que han dedicado parte de su vida y esfuerzo a intentar comprender a una de las especies animales más estigmatizadas de todo el planeta.

Y el lobo es atronadoramente silencioso, su comunicación es reconocida por los aullidos; pero es una mínima parte de su comportamiento comunicativo grupal y con su entorno.

Convivir con un perro lobo checoslovaco, nos ofrece una oportunidad única de aproximarnos a la herencia genética de la comunicación silenciosa.

Cuando se ha convivido con perros, de cualquier raza,  y se comparte la vida por primera vez con un plc hay algo que sorprende; asombra de un modo extraordinario.

Nunca olvidaré mi primera asistencia a una monográfica en Puebla de Sanabria, estuvimos alojados en un camping con bungalows tipo cabañas; calculo que aproximadamente coincidieron más de 30 ejemplares en dicho lugar.

Y no lo olvidaré por que la dueña del recinto, una mañana, nos dijo sorprendida que cómo era posible que con tantísimo animal y en toda la noche no se hubiera escuchado ni un sólo ladrido.

Y así fue, el perro lobo checoslovaco habitualmente no ladra – partiendo de la premisa habitual de que cada ejemplar es un mundo distinto – el plc observa, analiza detenidamente y despliega en cada caso señales mucho más atronadoras que un sonido.

Desde cachorro su eléctrico comportamiento puede no ir acompañado de demasiados sonidos, puede entrar en un estado de “enajenación” transitoria corriendo alocadamente, saltando y persiguiendo fantasmas…y todo ello sin emitir más sonido que el roce de sus uñas contra el suelo.

Y sin embargo cuando “suena”,  por primera vez,  te provoca un extraño escalofrío. Al menos en mi caso así fue, escuchar un gruñido gutural, introvertido y progresivo, ver cómo la cabeza se alza hasta extender el cuello por completo y cómo se inician una serie de aullidos con distintas tonalidades….. es lo más extraordinario que recuerdo.

Pero esa es otra historia, la mirada de un plc es inquisitiva, presta al aprendizaje y la comprensión de todo su entorno; en ocasiones silenciosa….sí…absolutamente silenciosa y penetrante, cuando descubres que te miran a los ojos las sensaciones son extrañas.

Pero cuando realmente observas el silencio más elegante, natural y espléndido es viendo caminar o trotar a un plc en su medio.

Los movimientos del plc son una perfecta coreografía, ni un gasto extra de esfuerzo físico; realmente parecen levitar en cualquier camino, senda o tramo natural y sobre todo apenas se les oye.

En no pocas ocasiones he perdido de vista a Leah, acostumbrando a iniciar expediciones por su cuenta; tras un rastro, o simplemente para observar y controlar el perímetro del lugar en el que se encuentre.

Reconozco que en muchas de ellas me he desesperado, la he llamado por activa y por pasiva…me he puesto hecho un basilisco para descubrir que se encuentra sentada tras de mí, sin haberla oído lo más mínimo…..

Y ese silencio asusta, esa capacidad para mimetizarse con la naturaleza asombra; sin esfuerzo un plc puede ser muy silencioso. Su capacidad auditiva y olfativa refuerzan esa habilidad y lo convierten en capaz y digno heredero de su antecesor.

Podemos calificar como virtud dicha capacidad, sin duda lo es…..una virtud atávica que permite escudriñar, acechar y prepararse para sobrevivir en cualquier entorno; una virtud que curiosamente acompaña a la locura.

La locura excéntrica de la raza, fuera de estereotipos; alejada de la docilidad canina habitual, una virtud extraordinaria que debemos apreciar.

El silencio de los lobos es la atronadora llamada a la reflexión, un grito mudo a la cordura; el recuerdo de la tozuda realidad en la que nosotros, los seres humanos, podemos equilibrar el peso de la balanza…… deshaciendo los errores pasados.

Convivir con un plc me recuerda cada día que no hay nada más preciso, completo, justo y equilibrado que el orden natural; intentar sojuzgarlo sin entenderlo, intentar modificarlo hasta su destrucción sólo conduce a nuestra propia ruina.

Si el silencio es la virtud de los locos………… nuestra estridencia es el mayor defecto de los cuerdos; aprendamos del silencio de los lobos y admiremos su reflejo en el perro lobo checoslovaco.

 

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Juguetes rotos o un futuro incierto.

“Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Martin Luther King resumió de manera brillante uno de los mayores defectos del ser humano.

Y es que además, cuando la ignorancia sincera se une a la estupidez concienzuda se convierte en el caldo de cultivo de la arrogancia más peligrosa.

El juego es sustancial al ser humano, no hablo de la competición, no hablo de las apuestas; me refiero a proyectar sobre un ser o cosa nuestras emociones, ilusiones o deseos.

El niño juega, volcando en dicha actividad sus más recónditas emociones; el niño encuentra salida en el juego a su proyección como ser, disfruta, se divierte, se enfada y vuelca lo mejor y peor de él.

En los adultos, y en ocasiones, el juguete es algo deseado durante largo tiempo, ser o cosa da lo mismo; se desea por mil razones, refleja la propia personalidad, cubre ambiciones, llena el deseo y resulta incluso terapéutico.

El juego es necesario, imprescindible en las etapas tempranas del desarrollo humano, cuando es colectivo educa, aporta valores, plantea retos y enseña que el éxito y el fracaso van unidos de la mano.

En la etapa adulta el juego resulta mucho más complejo, por que no podemos negar que en ocasiones jugamos; y jugamos a ser lo que nunca fuimos ni seremos, jugamos a tener lo que nunca tuvimos ni podremos tener.

Y cuando el objeto del juego es una cosa, las consecuencias nunca van más allá del olvido y abandono; satisfecho nuestro deseo, desgastado por completo el objeto de dicho deseo se abandona y punto.

Cuando el objeto del juego es un ser vivo la cosa se complica, las modas son demoledoras; jugar a tener sin saber es una verdadera estupidez.

Cubrirá nuestro deseo, alcanzaremos la meta de la posesión – verdadero motor del juego – pero la realidad nos explotará en medio de ese desierto de ignorancia y estupidez.

Esta raza se ha convertido en un objeto de deseo, esta raza está de moda;  y por desgracia, alcanzar la posesión de un cachorro de perro lobo checoslovaco, puede ser un juego para algunas personas.

Nunca generalizaré, ni tan siquiera puedo afirmar que me baso en demoledoras estadísticas; no….tan sólo me alarmo a diario con aquello que veo, leo y puedo comprobar.

Y quiero compartir, una vez más, esa preocupación; podré estar equivocado – y ojalá así sea – pero me resisto a dejar pasar lo que considero un juego peligroso, que puede romper la raza y generar un futuro incierto.

Las modas resultan muy peligrosas con cualquier raza,  pero jugar a tener un plc simplemente por qué nos resulta atractivo, y proyecta nuestro más íntimo deseo de posesión, es mucho más peligroso.

No deseo ahondar en el problema, se y me consta que en cualquier foro de propietarios y aficionados es una preocupación constante; me gustaría ahondar en el origen del problema.

Existe una ley universal, en cualquier sociedad, que se convierte en religión; la oferta y la demanda. Resulta muy complejo determinar si fue antes el huevo o fue la gallina…y el sexo de los ángeles no ayudará a dilucidar por qué.

Existe oferta por que hay demanda, o la demanda provoca la oferta….me resulta indiferente a estas alturas; se que hoy y aquí la oferta es considerable.

Las camadas de plc cada año aumentan de forma exponencial, por lo tanto tenemos una fuente de la que mana un caudal importante de ejemplares.

Todos en este mundillo del plc somos responsables de algún modo, sin excepciones, pero aquellas personas que dedican su tiempo y esfuerzo a la selección y cría del perro lobo checoslovaco……. son el verdadero pilar de la raza en este país. 

Y hablo de aquellos que de manera responsable y seria dedican su tiempo y esfuerzo a esta tarea, no de piratas de bañera o incluso delincuentes convertidos en “fabricantes” de plc.

Ellos, los primeros, son los responsables de que los pilares de la raza sean sólidos o de barro. Resulta muy difícil, hoy por hoy, seleccionar, planificar una camada, tener todas las pruebas veterinarias realizadas, cubrir y si todo marcha bien sacar adelante una camada.

Es un gran esfuerzo…de sobra lo se…económico, un gran esfuerzo de dedicación y entrega. Por ello mismo quienes así actúan se legitiman moralmente para abanderar, de algún modo, la lucha contra el juego peligroso de las modas y el capricho más insensato.

A ellos me dirijo, humildemente y admirando su trabajo y esfuerzo; reconociendo que la fractura interna en este “mundillo” no propicia medidas globales que pongan un poco de cordura en la comercialización de las camadas.

Pero insisto, no hablo de la selección de ejemplares, de si estamos ante líneas nuevas de sangre o estancados; no hablo de lo que pudiera ser en un futuro un problema genético.

Hablo de poner……hoy y aquí…… en las mejores manos posibles esas camadas que con tanto esfuerzo han sido planificadas y sacadas al mercado.

Quisiera hablar de educación, basada en información veraz y sin tapujos; de cerrar el círculo de un criador, con el aldabonazo de una buena información al futuro propietario.

En definitiva liderar el sentido común, con una raza que tiene de todo menos ser común a nada.

Ellos, los criadores responsables, son la esperanza para que la comercialización de ejemplares se realice con una información exhaustiva que provoque una selección natural.

Que sea una criba en la que se desechen personas caprichosas, inmaduras o simplemente mal informadas. No es fácil lo se, no es algo que permita vender con rapidez….y al final nadie cría con la intención de no vender.

Hay muchos motivos para la esperanza, para pensar que quizás algún día cada una de las camadas – de criadores responsables de nuestro país – saldrán al mercado con un bagaje de seminarios previos; dónde se informe detalladamente sobre la historia de la raza, su origen y por qué se creó, las etapas y necesidades del cachorro, las diferentes posibilidades de carácter de cada ejemplar, cómo actuar básicamente ante problemas afines y sobre todo y mucho más importante…..qué es lo que nunca se debe hacer.

Utopía o buenos deseos, no lo se con certeza; pero un propietario que parte del criadero con un cachorro y el bagaje citado es una garantía, no será un juego en el que por ignorancia y estupidez se pueda estropear, abandonar o llegar a matar a un ejemplar que merece la necesaria dedicación y respeto a su ser intrínseco.

Futuro incierto, probablemente…..pero en manos de todos aquellos que somos y creemos en esta maravillosa raza; erradicando la ignorancia combatiremos la estupidez.

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Fuera de lugar, o quizás muy relacionado.

” La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil que cuando uno empieza a aprenderlo ya es hora de morirse”. Ernesto Sábato escritor argentino.

Hoy me permito una licencia, tal vez este artículo no se encuadre en el mundo del plc; es posible que tan sólo sea una reacción humana ante un hecho concreto.

Que la vida resulta corta y difícil es un hecho objetivo, ajeno a especulaciones o intentos por magnificar la intensidad e importancia del espacio tiempo.

Tan sólo cuando nos suceden acontecimientos impactantes valoramos las cosas “pequeñas”, salir indemne de un accidente, perder a un ser querido, una mirada de agradecimiento…..momentos en los que valoramos el ser; por que somos a pesar de todo.

Y somos muy mezquinos por naturaleza, vivimos aceleradamente; el calendario marca la rutina, las obligaciones encarrilan nuestra vida y lo aderezamos con una ambición en ocasiones ciega y desmedida.

Por supuesto todo es relativo y cada cual ejerce el oficio lo mejor que sabe, puede y le dejan las circunstancias; pero todos, en algún momento, hemos soltado la consabida frase de “si es que nos complicamos la vida con pequeñeces y olvidamos lo verdaderamente importante”.

Y lo importante nunca son las “cosas”, en absoluto; uno puede tener un apego bestial a cualquier “cosa” material y de hecho acostumbramos a que así sea.

Pero cuando en la balanza de la vida coinciden en un platillo las “cosas” y en el otro los sentimientos y sensaciones….el desequilibrio a favor de estos últimos es notable.

Por fortuna así es pero….. ocurre que la memoria es frágil y la rutina, pasado el momento, nos conduce de nuevo a lo material; olvidando esos sentimientos y sensaciones que se produjeron en momentos extremos de nuestras vidas.

Hoy miro con perspectiva al día de ayer y observo con ilusión que valoro mucho más el cariño de mis seres queridos, valoro los momentos que comparto con ellos y con mis amigos.

Y todo ello no está presidido por las cosas materiales, de las que todos disfrutamos sin duda, todo ello gira en torno a compartir.

Podemos compartir sentimientos, sensaciones, aficiones e infinidad de cuestiones propias del ser y alejadas del oropel material. Por lo tanto creo firmemente en que esta vida, corta repetitiva en ocasiones e intensa en otras, lo es por que nos aporta la capacidad de valorar lo verdaderamente importante.

He aprendido mucho de las personas, siendo la fuente primordial de conocimientos, he aprendido mucho de mis seres queridos…siendo la fuente primordial de sentimientos.

Y me he sorprendido, y me  sigo sorprendiendo mucho, con los animales con los que he compartido mi vida y la sigo compartiendo.

De ellos he podido aprender la naturaleza más inmaculada, el desapego total a lo material y el valor tan importante de la lealtad, el cariño, el compromiso y en definitiva la entrega.

Y nos hemos complicado la vida, lo se…..se que compartir nuestros días con dos plcs significa renunciar a muchas cosas; pero en lo más íntimo de mi ser estoy convencido de que por contra nos han dado mucho más de lo que perdemos.

No se trata de constatar los pros y contras ya que sería subjetivo, cada uno de nosotros tiene una escala de valores acordes a nuestras propias vivencias; se trata de aquilatar si en esa convivencia vivimos y somos capaces de obtener satisfacciones importantes.

Para mi, poder atravesar el largo camino de la etapa de un cachorro, vivir y sentir en cada momento, es un bien incalculable que me aporta mucho más de lo que me quita; convivir con la calma relativa de un ejemplar adulto me transmite tanto que podría llenar páginas.

Creo que la naturaleza primigenia de un plc une, une en la complicidad, en el descubrir cada día un gesto, un hecho o una situación; une cuando te abres a los demás y descubres personas maravillosas que comparten contigo; une por que suma sentimientos y sensaciones y ante todo nos devuelve un poco de cordura dentro de la más absoluta locura.

Ellos son, un  trozo de naturaleza….incompatible en ocasiones con nuestras vidas ordenadas, inmaculadas y llenas de apegos materiales.

Son a pesar de ello una fuente de lealtad, una enciclopedia de sabiduría, un mar de experiencias……se que me he complicado la vida, pero también hoy se que estoy vivo y soy dueño de poder escoger qué es lo importante y qué es lo accesorio.

La vida es corta,  y compartirla con un plc no la hace más pequeña; la hace más intensa y nos ofrece la posibilidad de ser no sólo de estar.

Seamos conscientes de una mirada, de una trastada, del enfado de los malos momentos y de la inmensa alegría de los buenos; siendo conscientes estamos vivos, compartiendo somos mucho más personas que encerrados en nuestras jaulas de oro y oropeles materiales.

De qué sirve todo ello si nos falta el calor de una mirada, la complicidad de un cariño tan especial como el de un animal hacia un ser humano. aprendamos a vivir ahora…..luego será ya demasiado tarde.

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El túnel y la luz.

“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”. Así veía Mahatma Gandhi la capacidad humana relativa al tesón y al esfuerzo.

Soy constante reiterando las dificultades de esta maravillosa raza, soy quizás alarmista; no lo pongo en duda. Pero al mismo tiempo soy parte interesada, tengo la inmensa suerte de convivir con ellos y deseo que cualquier ejemplar de plc se integre en su entorno.

Todo en esta vida, absolutamente todo, requiere un esfuerzo; lo contrario…es decir aquello que no lo requiere….no se valora.

El esfuerzo, en la convivencia con un cachorro de plc, es una necesidad agotadora; lo es sin duda. Pero no estamos ante una utopía, no es una labor de titanes ni algo reservado a una élite iluminada.

En absoluto, el esfuerzo y bajo mi punto de vista….seguramente equívoco…….debe basarse en dos pilares fundamentales. El primero el conocimiento de la raza, la información más exhaustiva que podamos recopilar; absorber hasta la saciedad todo lo relativo a la misma y todas las experiencias que tengan por objetivo descubrir la esencia del perro lobo checoslovaco.

Descubrir realmente qué tenemos a nuestro cargo, de dónde viene, por qué se creó, cómo se comportan, qué necesidades tienen y un largo etc. Es un esfuerzo tremendo pero necesario, y nos aportará una visión general y concreta.

El segundo pilar, y aquí si pongo mi personal visión sobre la raza por encima de otras consideraciones, es el respeto hacia la esencia del plc. Respeto basado en reconocer aquello que son…. aceptando la diferencia.

Es muy complicado pero considero que es básico, el plc no es un problema; el plc es el resultado de la experimentación humana, y de la misma han nacido características muy concretas.

Unas son compatibles con esta sociedad, ya que se circunscriben al ámbito de su entorno más inmediato y se pueden reconducir hacia nuestro objetivo de integración; otras características chocan de lleno con el entorno exterior, precisan de un trabajo constante y nunca se puede considerar que dicho trabajo tenga la recompensa que buscamos.

Pero en ambos casos, cada ejemplar es un mundo diferente y NO existen fórmulas mágicas que aplicadas a cualquier plc nos ofrezcan soluciones a un problema concreto. Al menos personalmente no las conozco.

Pero un hecho indudable es que cada ejemplar se comunica con nosotros, y el lenguaje es tan variopinto cómo concreto; un gruñido por posesión, un “ataque” defendiendo alimentos u objetos, un aparente desapego hacia nosotros.

Todo lo anterior – y siempre por regla general –  no muestra a un ejemplar “tarado” o peligroso, las reacciones posesivas pueden retrotraerse a su evolución en la camada con sus hermanos, pudo ser el más dominante o incluso el más débil y tuvo que “pelear” por la comida y los juguetes…en definitiva, se encuentra en una fase de adaptación a su nuevo entorno y repite aquellas conductas que, en el seno de la camada, le fueron positivas o le obligaron a adoptar.

Reconducir estas conductas no significa anular al cachorro, nunca será un trozo de alambre que podamos torcer hoy a la derecha y mañana hacia la izquierda; reconducir es mostrar, guiar y todo ello con la fortaleza de quién lo alimenta, lo educa y le da seguridad.

De este modo debe interiorizar que determinadas conductas no son necesarias con nosotros ya que debemos ser su referente.

Educar en positivo siempre, pero nunca olvidemos que en su estado natural más reciente – es decir en sus dos primeros meses de vida con su madre y hermanos – la naturaleza es muy sabia….y cuando una madre gruñe a un cachorro, le saca los dientes e incluso llega a propinarle un medido mordisco….. esto es educación en positivo…no inventemos lo que la naturaleza lleva milenios aplicando.

Firmeza absoluta ante conductas inaceptables, sin dudarlo…..pero de nada sirve si no es en el marco de la integración; el cachorro debe sentirse parte del entorno, participar de lo bueno y lo malo…en definitiva crecer dentro y no al margen de su entorno.

No es fácil, lo se de sobra; no existe un manual qué cómo con el Santo Google nos permita hallar la respuesta a cada problema, por ello debemos conocer las diferencias de esta raza, aceptar su ser innato y guiar su desarrollo hacia la integración en el marco del cariño. 

Puede parecer semántica pura, y se que nunca estas palabras darán la solución a todo el mundo con cada ejemplar y cada problema concreto; pero intento transmitir aquello que, en mi caso y experiencias, me ha servido para integrar al menos en el entorno inmediato…….el resto es mucho más complicado.

La información nos aporta conocimiento, el conocimiento nos aporta capacidad de comprensión, y el cariño es un lienzo en el que poner en práctica todo aquello que desde el respeto a la diferencia debe ser la pauta de conducta.

Son extremadamente inteligentes, si se me permite la afirmación, captan nuestro estado anímico de un modo casi brujeril; si creemos en lo que estamos haciendo les llegará, si nos desbordan y provocan rechazo también.

La paciencia es fundamental, la tranquilidad el estado más necesario – sin obviar que en determinados momentos debemos mostrarnos irascibles….eso no es malo per se – la repetición una herramienta mágica y todo ello debe ser dirigido por una sola persona…su referente.

El resto de su entorno, ocupará el lugar que nosotros le indiquemos en cada momento y sobre todo aquel que él perciba en las relaciones familiares; no hay que ser obsesivos con este aspecto.

Lo crucial es que encuentre la seguridad de su referente, la integración y el marco necesario que generará un vínculo para toda la vida.

Cada uno de nosotros somos los autores de esa historia, asumir el protagonismo es fundamental; criar un cachorro es un túnel por el que caminamos y en el que puedo asegurar que al final se encuentra la luz propia de la madurez…una luz que nunca será un ejemplo de perfección – salvo en muy contadas excepciones – pero que tendrá la recompensa del esfuerzo.

Amar a esta raza implica reconocer en ella un trozo de naturaleza, y que yo sepa la naturaleza no se moldea a voluntad ……..pero el hombre si puede y debe convivir con ella.

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