Armonía.

“La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias” Lucio Anneo Séneca, filósofo, orador, político y escritor romano  nacido, probablemente, en la antigua Corduba, actual Córdoba.

La conveniente proporción, y correspondencia, de unas cosas con otras suele ser una completa definición de armonía; dejando al margen el término polifónico, la proporción y correspondencia de unas cosas con otras en un verdadero misterio.

Existe sin duda una armonía en el mundo natural, el ser humano ya es otra cosa; y no será por estilismo que digamos….. somos capaces de combinar hasta las muelas con el color de los zapatos.

Nos preocupa tanto la apariencia que vivimos esclavos de ella, cual dómina inflexible guía nuestras vidas de un modo tan ridículo como vacío de contenido.

Existen armonías discordantes y existen estúpidas combinaciones; y no hay nada más cachondo que observarnos intentando parecer…. según los cánones de la moda.

Siguiendo el camino trazado, la senda del borrego, alcanzamos el éxtasis personal; figura, ropa, complementos, peinado, modos y costumbres.

Ensalzamos el parecer a cotas de marchamo de absoluta calidad, si pareces has logrado llegar a la meta; dudosa armonía con nuestro entorno.

Cada día abandonamos de un modo escandaloso el ser en detrimento del parecer, de nada sirve el conocimiento, de poco la cultura y de escaso valor la capacidad de reflexionar y forjar una propia opinión.

Ya no pensamos, seguimos la senda simplemente; y lo más jodido, que diría el castizo, es que no tiene remedio.

Lo superficial abunda, lo visual se impone, y todo aquello que no comulgue con esa rueda de molino es carca, antiguo o rarito.

Y verán ustedes…me niego a creer que no exista, al menos, rebeldía ante toda esta maraña de estupidez global y de genocidio del ser.

La armonía ha de ser discordante, en esa discordancia reside la belleza y el atractivo; recuerdo una discordancia ejemplar, una excelente armonía que me dejó impactado.

Un macho adulto, de perro lobo checoslovaco, puede llegar a ser  dominante y ruidoso hasta la extenuación con otros ejemplares.

Recuerdo a un ejemplar típico, poderoso y pleno de energía; ante cualquier otro macho enarbolaba la bandera del gruñido más gutural, de las muestras de ortodoncia más peliculeras, en definitiva ……todo un espectáculo.

Pero lo más sorprendente, lo más impactante y maravilloso, era observar a su dueño en esos momentos; juro que era increíble, tanto que sin verlo resulta muy difícil creerlo.

Imaginen la escena…ese pedazo de lobo cargado de testosterona, mostrando encías cual anuncio de dentífrico, marcándose un sólo de gruñidos que ponía los pelos de punta…..erizado cual puercoespín.

Y de pronto se escuchaba la voz pausada, dulce y calmada, de su dueño ….transmitiendo calma, tranquilidad…..increíble esa perfecta discordancia, juro que si existe una modélica armonía aquella era hija directa de la misma.

Extraordinaria manera de entender el ser de aquel macho, ejemplar armonía entre las apariencias y el profundo conocimiento de aquel increíble plc; nada es casual y nada puede serlo.

Cuando se genera un vínculo se aúnan fuerzas, se armonizan maneras y conductas; cuando se deja de lado lo superficial aflora lo esencial.

Perdemos tanto tiempo en lo inútil, desperdiciamos tantos esfuerzos en lo banal, que cuesta imaginar un mundo distinto; el mundo del plc gira en torno a demasiadas apariencias, a demasiado maquillaje superfluo.

Seguramente mi percepción individual sea errónea, asumo la equivocación, y desde luego nunca intentaré imponer criterios; simplemente creo que la armonía para con esta raza – probablemente extensiva a otras muchas – se fundamenta en la propia discordancia entre ejemplar y dueño.

No puedo imaginarme a aquel maravilloso macho en manos de una persona nerviosa o irascible, no puedo imaginar a un ejemplar cauto y desconfiado en manos de alguien indeciso, intranquilo o lleno de fobias.

Por supuesto que cuando adquirimos un ejemplar no se nos entrega un manual, que detalle cual va a ser su carácter, es una relativa lotería, pero estoy convencido que cuando se genera un verdadero vínculo, entre propietario y plc, se solapan las barreras y se llega a entender el profundo ser de estos animales.

Lo anterior es lo que podemos denominar la magia del vínculo, entender con la mirada, conocer cada señal y transmitir un estado emocional acorde a cada situación. No se nace, se hace día a día.

No hay manuales, ni existen educadores que sustituyan lo que nosotros debemos lograr; alcanzar esa armonía es sólo nuestra responsabilidad.

Al igual que aquella voz calmada, todo en nuestra relación con el plc ha de ser acorde; pero las discordancias son tan importantes como llegar a entenderlos y respetarlos.

Proporción y correspondencia, en cada caso, en cada momento; un complicado ejercicio que para nada encaja con esta sociedad absurda, superficial y plagada de apariencias.

La armonía de este mundo está por llegar, la armonía en el plc viene de serie en sus genes….está en nuestras manos integrarla con nosotros o simplemente ignorarla y seguir la senda de lo absurdo.