La pregunta, sobre si es aconsejable la raza para cualquier persona, no pretende ser ni alarmista ni rotundamente excluyente. Tan sólo realista con el hecho que considero diferencial del perro lobo checoslovaco.
Más de 20 años teniendo perros en nuestra familia, gran daneses, mastines y bulldog inglés me reafirman en plantear la anterior pregunta de un modo objetivo y sobre todo realista.
La decisión de incorporar un perro a cualquier familia, o entorno familiar, de por sí ya es una decisión que implica responsabilidad, o al menos debiera. La primera vez que se decide tener un perro puede que tengamos experiencia previa, o puede que sea el primer animal que irrumpe en nuestras vidas.
En este último caso, el de nuestra primera experiencia, es muy importante valorar qué animal deseamos y qué motivos nos impulsan a ello; con la cuestión añadida al respecto de la responsabilidad que conlleva. Responsabilidades básicas como la salud, alimentación y educación del animal y responsabilidades derivadas como la atención permanente y el cambio en nuestras costumbres diarias a todos los niveles.
Resulta recurrente, pero necesario, recordar que un perro necesita de una atención diaria que implica dedicar una parte de nuestro tiempo a sus necesidades, fundamentalmente los paseos y esparcimiento diario. En el supuesto de ser nuestro primer perro deberíamos equilibrar nuestro deseo, en relación a la raza o animal deseado, con la realidad de nuestra total inexperiencia.
Del mismo modo que normalmente aprendemos antes a andar en bicicleta que al manejo de una motocicleta, debiéramos aprender a convivir con un animal asequible a nuestra experiencia; que sea relativamente dócil y sobre todo adaptable a nuestro entorno y disponibilidad.
Por lo tanto si es nuestro primer perro, personalmente, desaconsejaría de manera rotunda al perro lobo checoslovaco como primera experiencia.
Lo anterior sin menoscabo de que no todas las situaciones son iguales, y desde luego nunca se puede generalizar; una persona puede ser consciente y tener la capacidad y posibilidad de incluir por primera vez en su vida a un animal y este ser un perro lobo checoslovaco.
Por qué entonces, y de manera general, desaconsejaría la raza a quienes no han tenido experiencia previa con otros perros. Fundamentalmente por el carácter del plc y por sus propias necesidades físicas y psicológicas.
Definir el carácter del plc resulta muy complejo por diversos motivos, cada ejemplar es un mundo diferente, entre un macho y una hembra existe una gran diferencia y sobre todo dependiendo de la selección, cría y pre socialización realizada por el criador cada ejemplar será un mundo diferente.
Pero en todo caso existen denominadores comunes a la raza, aunque me gustaría repetir hasta la saciedad que nunca se puede generalizar. El plc es un animal de un carácter fuerte que sin llegar a ser agresivo, generalmente, si que medirá su posición jerárquica en su nuevo entorno cada día; lo hará en cuanto ese entorno se convierta para él en habitual; con la comida son generalmente muy posesivos, lo que nos obligará a trabajar con ellos hasta lograr que el cachorro entienda y tolere nuestra propia mano en su plato o trozo de comida.
Del mismo modo con cualquier juguete u objeto que consideren propios sucederá lo mismo. El plc es gregario por naturaleza, vive y precisa de un orden jerárquico en el que buscar su propio sitio; las costumbre adquiridas se asentarán como definitivas para él. Su extremada inteligencia, unida a una astucia desbordante, lo convierten en una experiencia única que nos aportará momentos buenos y malos a partes iguales en los primeros meses de vida.
Su relación con otros perros será, por norma general, dominante por naturaleza; dicha dominancia se manifiesta ya desde cachorro midiéndose en sus juegos con cualquier perro, no se trata de agresividad en absoluto y adoptará el papel que le corresponda en cada momento y en función de la respuesta del otro animal. Precisa por lo tanto de una aconsejable e intensa relación desde cachorro con otros animales.
Con las personas ajenas al entorno familiar, y de nuevo por norma general, se comportará de manera cauta…tímido y algo distante; nunca será un animal que busque caricias o la atención de personas ajenas a su “manada”. Resulta muy importante que se relacione, en los primeros meses de vida, con el mayor número de personas ajenas a su entorno habitual.
Del mismo modo y en relación a las zonas urbanas, y dónde exista mucho tránsito de personas y vehículos, precisa de un intenso trabajo al objeto de evitar que el cachorro genere fobias que podrían fijarse en su comportamiento de por vida.
Muy resumidamente, estamos ante un animal con un carácter fuerte y a la vez proclive a determinadas fobias (hacia las personas, entornos y estímulos externos) y que precisa de al menos una mínima experiencia a la hora de reconducir conductas que de no encauzarse en los primeros meses de vida podrían llegar a ser un problema importante.
Un animal, además, que necesita un ejercicio físico intenso cada día y la necesidad de mantenerse próximo a su “manada” generando en ocasiones lo que se denomina ansiedad por separación.
Dicha ansiedad, cuando se manifiesta, se puede concretar en una obsesiva y continuada capacidad destructiva con todo lo que le rodea, mobiliario de la casa, ropa y enseres, jardín y cualquier objeto a su alcance. En ocasiones incluso en la pertinaz manía “escapista” que puede provocar la huida del lugar en el que se encuentre.
Visto lo anterior, y personalmente, creo que a la hora de decidir incluir en nuestras vidas un plc debemos tener al menos una mínima experiencia con perros de otras razas, tiempo para dedicarle, conocimiento de la raza y disposición al trabajo continuado con el cachorro.
No resulta fácil responder a la pregunta inicial, pero sí puedo asegurar que de no considerar lo anterior podríamos cometer un error de incalculables consecuencias, para con el animal y para nosotros mismos.
No se puede marcar una pauta general, sin duda resultaría excluyente, pero si se puede reflexionar con los datos aportados antes de tomar una decisión. Ese y no otro es el objetivo de estas líneas.
En la fotografía que encabeza este artículo aparece nuestro nuevo plc, Czarodziej Ciro Wilk z Basni, Ciro para nosotros; y con 14 semanas de edad.
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