Afirmaba Jean Paul Sartre que la felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace, y sin lugar a dudas así es.
Saltamos al vacío de la complejidad en todo lo que rodea nuestras vidas, incluso probamos el vuelo sin motor y en consecuencia solemos ganarnos las alas…de pollo maltrecho en su primer vuelo desde el nido.
Ley de vida por otra parte, pero lo realmente asombroso….lo que me provoca un pasmo absoluto…..es que convirtamos aficiones y pasiones en foros de debate, ateneos libertarios de salón y verdaderos frentes de batallas epistolares.
Somos muy, muy cabezones; somos realmente esperpénticos y lo peor…. nunca aprendemos.
Y lo somos por la sencilla razón de buscar con ansia la polémica, los bandos enfrentados y la sangre a raudales si se tercia: lo que nos motiva, nos gusta o con lo que disfrutamos, se convierte en el Afganistán más recrudecido.
No contentos con tener lo deseado además queremos ser….. los poseedores de la verdad absoluta, los representantes de la inmaculada biblia personal de cada uno.
Y mire usted, cada cual con sus manías….pero de ahí a convertir una afición en una guerra sin cuartel pues no, rotundamente no.
Tener y convivir con un perro lobo checoslovaco en este país lleva aparejado un peaje añadido.
Un peaje que en ocasiones viene de serie con el cachorro, una regla de oro no escrita; por la que cada nuevo propietario debe retratarse en alguno de los bandos en liza en este circo bochornoso.
Carácter mediterráneo quizás, o ganas de quijotismo de mercadillo…quién sabe; lo realmente asombroso es asistir, participar y dejarse llevar por la corriente de la beligerancia.
Y sucede, y acontece que no contentos con la odisea de convivir y disfrutar con un plc, además nos embutimos el traje de camuflaje; desempolvamos el armamento y nos lanzamos a por todo aquel que no comulgue con la santa madre iglesia pelecera.
Grupos, criadores, clubs y un largo rosario de sujetos protagonizan esta comedia Cervantina; y ya resulta espeluznante, empieza a provocar adicción…..y las adicciones acaban como el rosario de la aurora.
Todos de algún modo, y en algún momento, hemos participado en escaramuzas cuando no en batallas campales; y se han producido bajas temporales e incluso definitivas.
Así son las hostilidades, nunca conducen a nada positivo y por el camino destruyen lo construido; y surge la gran pregunta ¿Por qué hacemos de una afición sana y reconfortante un vergonzoso circo? ….. no tengo una sola respuesta.
Intereses, envidias injustificadas, mal entendidos anclados como cuchillos en le tiempo; pero sobre todo una nula y absoluta incapacidad, para buscar aquello que nos une.
Personalmente esta raza me maravilla, me aporta tanto que no sabría definir el cambio vivido; considero que todo aquel que ha optado por esta experiencia debe vivir algo similar.
Y lo respeto, cuando merece ese respeto, y debiera ser suficiente para que todos los propietarios de un plc tuviésemos esta afición en su justo altar; el de lo positivo, de los malos y buenos momentos, de experiencias únicas y de complicidad.
Debiera ser nuestra única razón común, nuestro nexo de unión; en definitiva un motivo agradable para conocer nueva gente y compartir devoción.
Pero no es así, y no lo es por el empecinamiento – absolutamente sospechoso – de personas y grupos en dividir y fomentar bandas ( que no bandos) enfrentados.
Cada día, asistimos a una escaramuza diferente o recurrente; cada pastelero día protagonizamos, por activa o pasiva, una polémica en la que las partes se regodean en filosofías de rastro dominguero.
Y mientras, la raza anclada en sus problemas endémicos; en su incomprensión y desconocimiento arrastrando la pesada losa de nuestra ineptitud.
Parece ser lo importante, al parecer es lo realmente importante, y me declaro tan bochornosamente culpable como el que más.
Vamos de culo y sin frenos, el bosque no nos deja ver los árboles; y lo peor es que estamos convirtiendo algo tan importante cómo una satisfacción personal en repelente.
En este punto merece la pena frenar, aunque sea con salva sea la parte, reflexionar e intentar reconducir aquello que no haya sido ya destrozado.
Por qué lo que realmente importa, al menos al que suscribe, es descubrir a esta maravillosa raza, convivir con ellos y aprender día a día, disfrutar y en ocasiones sufrir, conocer a gente maravillosa que comparte devoción….compartir experiencias.
Sin duda que debemos incluir la preocupación activa por su pervivencia, por su correcta selección y cría, por su adecuada inserción en el entorno….por supuesto….pero en estos momentos, en los que la raza está creciendo, las prioridades debieran ser aunar esfuerzos, sumar voluntades y restar personalismos e intereses.
De lo contrario abonamos el campo a cuatro iluminados, desocupados integrales, que en este mundillo han encontrado un hueco para su ambición; que viven y perviven por y para su mayor gloría erigiéndose en talibanes del plc.
Si no somos capaces de sumar esfuerzos y voluntades, en algo que nos satisface, si no somos capaces de ver lo que realmente importa……..siempre nos quedará echarnos al monte con nuestros plcs y disfrutar de una puesta de sol……. en ocasiones ayuda y mucho a entender lo estúpidos que podemos llegar a ser.
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