“Esfuérzate por mantener las apariencias, que el mundo te abrirá crédito para todo lo demás”. Winston Churchill polifacético político, estadista, historiador y escritor británico.
Las apariencias son vitales para el ser humano, son una religión en auge; maquillar para ensalzar la belleza puede resultar atractivo, cuando lo que se ejecuta es el disfraz y la más absoluta mentira resulta amoral.
Multitud de problemas, en esta nuestra sociedad, se cimientan en la hipocresía; en mantener las apariencias cual bastión irreductible.
No importa en absoluto el ser, lo único que preocupa es parecer. Vendemos humo enlatado y compramos aire contaminado, la religión imperante es la de tener o al menos parecer.
Demasiado sucesos en estos últimos días como para permanecer impasible, sucesos que atañen al mundo animal, que del mundo humano hace tiempo ya doble la rodilla.
Los reductos naturales, en nuestro país, son cada vez más parecidos a una ínsula Barataria, a un sueño convertido en pesadilla; no queda ya rincón que no haya sido hollado por el poderío humano, no queda ya especie “salvaje” que no haya sido etiquetada, confinada o en vías de exterminio.
Resulta complicado entender por qué nos cuesta tanto la convivencia con la naturaleza, pero más complicado resulta comprender por qué nos empeñamos en maquillar realidades.
Adopciones, abandonos y mil y una desgracias acechan al perro lobo checoslovaco, pequeño grano de arena de un cosmos infinito; raza de una fortaleza inmensa, experimento humano en continua evolución.
Y seguimos asistiendo al triste espectáculo de vendedores de crece pelo y mercaderes de elixires mágicos.
He repetido hasta la saciedad que esta raza no es para cualquiera, hoy me asalta la duda sobre si acaso no estemos dirigiendo su futuro hacia un precipicio nada virtual.
Convivir con ellos es una experiencia única, y cada día descubres su verdadero potencial; su necesidad imperiosa de desarrollar sus capacidades, su innato potencial para ejercer como lo que son……animales con un componente extremo de libertad.
Pero me resulta escandaloso, que día tras día se intente vender una imagen distorsionada de la raza; se maquilla su verdadera esencia ocultando su carácter y aconsejando paños calientes para su “reforma” y control.
Y todo ello demuestra, al menos así lo parece, que hemos perdido el control del proyecto del “lobito -perro”.
No podemos seguir vendiendo humo con el plc, debajo de ese humo se enciende una hoguera imparable; la de la pervivencia de los instintos y la supremacía de su componente más natural.
Maquillar al plc cual perro de compañía es ya un acto descabellado, lo es cada día un poco más; ocultar la dedicación que precisan, tapar la fortaleza física y el empuje natural que los guía, es un boleto hacia el desastre.
El devenir de la raza está girando en el camino de las apariencias, primando la belleza física por encima de su esencia conductual.
Seguimos empeñados en evaluar, modificar y adecuar la conducta del plc a una globalidad imposible; pero lo que no hacemos es evaluar, modificar o adecuar la conducta de sus dueños.
Y todos somos evaluables, todos somos susceptibles de modificar nuestra conducta, todos sin excepción podemos adecuarnos y aprender a convivir con esta raza.
Pero la base es demasiado importante, el punto de partida es crucial; información, exhaustiva información sobre la raza, reflexión sobre lo que queremos y decisión responsable.
Pasos previos imprescindibles para evitar sorpresas, decepciones, abandonos o situaciones indeseadas. La oferta de mascotas es tan amplia que hay cabida para todo el mundo, la demanda de rarezas empieza a ser preocupante.
La compañía de una mascota puede llenar nuestras expectativas, hay razas de perros para cubrir casi todas las necesidades afectivas, físicas e incluso aparentes.
Pero un plc es otra cosa, muy diferente…..y no me cansaré de recalcarlo; un perro lobo checoslovaco requiere una dedicación exhaustiva durante su etapa de crecimiento ( hasta el año aproximadamente ) fijar la relación dueño – animal, establecer un vínculo suficiente para una correcta convivencia, habituar al cachorro al entorno exterior, trabajar filias y fobias hasta la extenuación…..y empezar con las etapas de la “adolescencia”, encauzar la dominancia innata con otros ejemplares, solventar los problemas que van a ir surgiendo…..
Un largo etcétera, un rosario de trabajo y dedicación; seamos sinceros por favor ¿Cuántas personas están dispuestas a vivir esta opción?, ¿Cuántas personas optan por una dedicación tan importante?….creo sinceramente que muchas menos de las que optan, en un primer momento, por esta raza.
Y a las pruebas me remito, abandonos y adopciones, situaciones graves y soluciones absurdas a problemas generados por una tenencia irresponsable.
En esta vida podemos escoger algunas cosas, pocas quizás, pero si optamos por irnos a vivir con una tribu aislada del amazonas no seamos ilusos, nuestra vida pasada, nuestras comodidades, nuestras necesidades se deberán adaptar a la realidad que hemos escogido……¿o pretendemos que sea al revés?.
Si optamos por esta raza seamos consecuentes, asumir el trabajo, entregar el tiempo y disfrutar de su esencia son hechos objetivos; vender humo y apariencias, maquillar la realidad venidera son mentiras peligrosas.
Poco importa que esta “moda” siga creciendo, nada nos inquieta salvo las desgracias o hechos impactantes; pero tras muchas situaciones indeseadas… se oculta una capa de maquillaje tan gruesa como peligrosa.
Si nos esforzamos por mantener las apariencias…. puede que logremos mucho crédito, sin embargo esta raza seguirá perdiendo día a día la oportunidad de desarrollarse con quienes sean capaces de aceptar la diferencia y el esfuerzo; con quienes deciden respetar su esencia y al menos intentan el difícil equilibrio entre su existencia y un mundo exterior….. que no está preparado para ellos y al que deben adaptarse para sobrevivir.
No hay nada más penoso que la belleza escondida tras capas de estridente maquillaje, no hay nada más triste que una mirada perdida, vacía y alejada de la propia existencia.